El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, descartó que la compañía acometa este año grandes operaciones y apostó por mantener la disciplina financiera actual y la compañía priorizará las inversiones en proyectos de conectividad. El presidente hizo estas declaraciones en la presentación de los resultados del pasado año en la que Telefónica registró un beneficio neto de 2.011 millones de euros en 2022, un año en el que ha crecido en ingresos en todos los mercados en los que opera.

La compañía facturó 39.993 millones de euros en 2022, un 1,8% más que en el mismo periodo del año anterior en términos reportados, tras incrementar más de un 5% sus ingresos en el último trimestre, según las cuentas anuales del grupo, presentadas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Asimismo, el resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) ha sido de 12.852 millones de euros. Esta cifra es en términos brutos un 41,5% menor que la del año pasado, pero, al igual que el beneficio no es verdaderamente comparable por el impacto en 2022 de la venta de torres de Telxius y la fusión en Reino Unido.

Estamos muy satisfechos con la transformación que está llevando a cabo la compañía y estamos bien posicionados para continuar con esta senda de crecimiento rentable. En 2023 seguiremos manteniendo la disciplina financiera actual y continuaremos priorizando las inversiones en proyectos de conectividad”, ha señalado el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete.

La firma ha publicado una guía para 2023 en la que se mantiene el dígito único bajo de crecimiento orgánico de ingresos y Oibda y se rebaja el capex sobre ventas hasta el 14%. Asimismo, repartirá 0,30 euros por dividendo a cuenta de 2023, la misma cantidad que en el ejercicio 2022.

El Estado español ha vuelto a ser el principal generador de ingresos para el operador con 12.497 millones de euros, un 27% de la facturación, y una aportación al Oibda de 4.588 millones de euros, lo que supone una mejora en términos reportados del 35,9% y una caída en términos orgánicos del 3,3%. Le siguen por importancia en volumen de ingresos Hispam –la filial que agrupa los activos latinoamericanos no estratégicos– que aporta el 20% de la facturación (9.141 millones de euros con un crecimiento del 9%) y Brasil, que aporta el 19% y ha disparado su facturación un 28,4% para 8.870 millones de euros.