La propuesta de Ulma y Orona sobre un nuevo marco relacional con el Grupo Mondragon se basa en un modelo integrado por cooperativas convenidas, que no participarían en la estructura del grupo cooperativo ni realizarían aportaciones, además de desvincularse de sus instrumentos financieros, y cooperativas adheridas que, por las “especiales normas regulatorias sectoriales de ámbito estatal o supraestatal” o por ser objetivo de una supervisión de organismos públicos, puedan constituirse como cooperativas adheridas con un estatus especial, aunque basado en las normas congresuales de la alianza cooperativa.

El documento Propuesta alternativa de Ulma y Orona a la propuesta de adecuación de las normas del Congreso presentada por la Comisión Permanente el 8 de abril de 2022, que ha sido remitido a los socios de las dos cooperativas y al que ha tenido acceso este periódico, sitúa el origen de este planteamiento en los cambios que la Comisión Permanente de Mondragon propuso sobre intercooperación financiera, aportaciones, diversos fondos y Caja Laboral, y que fueron aprobados en el Congreso celebrado el pasado 15 de noviembre.

“A la vista de las modificaciones propuestas, se ha puesto de manifiesto la necesidad de plantear un nuevo modelo de experiencia cooperativa de Mondragon”, reza el escrito, que plantea un nuevo modelo basado en las normas del Congreso de Mondragon a las que incorpora novedades. Una de ellas es la figura de la cooperativa convenida, que no tendrá derecho a participar en la estructura del grupo cooperativo con sede en Arrasate y si con carácter excepcional acude al Congreso porque ambas partes así lo acuerdan, será sin voz ni voto.

CONSEJO DE COOPERATIVAS

Del mismo modo, estas cooperativas convenidas no participarán en los instrumentos financieros de la alianza cooperativa y su imagen y marca será independiente del Grupo Mondragon. Su exclusión de las aportaciones a la alianza cooperativa tiene como excepción el Fondo de Educación y Promoción Intercooperativo FEPI, al que podrán contribuir y, en respuesta, tendrán derecho a la información relativa al origen y aplicación de estos fondos. La relación estará regulada por un convenio de carácter anual y se gestionará por un procedimiento que comienza con la remisión por parte de la cooperativa interesada de una propuesta a la Comisión Permanente, que podrá autorizar la apertura de negociaciones. Alcanzado el acuerdo, será la Comisión Permanente el órgano autorizante de la firma y la suscriptora del convenio de colaboración. El siguiente paso será someter su ratificación por parte el Congreso de Mondragon y la cooperativa convenida. El documento incide en que sus efectos se extenderán a todas las cooperativas de trabajo asociado que represente la entidad que suscribe el convenio como a las “instituciones, órganos y miembros de Mondragon”. En caso de que surja algún conflicto, será el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi quien tenga poder de resolución.

Ulma responde

“Injerencia sin precedentes”. La dirección de Ulma acusó ayer a la Corporación Mondragón de ejercer una “injerencia sin precedentes” contra la “libre adhesión y la autonomía de gestión del movimiento cooperativo vasco” con el fin de “condicionar la voluntad” de sus socios. Ulma ha enviado a todos sus socios un mensaje interno para responder al que el lunes remitió la Corporación Mondragón, en el que fijaba su posición contraria al planteamiento de nueva relación con el grupo que defienden las empresas Ulma y Orona.