El Congreso de los Diputados avaló ayer jueves la suspensión de los objetivos de déficit para 2023, considerado el paso previo para los Presupuestos del próximo año que el Gobierno pretende presentar “en tiempo y forma”.

La propuesta del Gobierno de dejar en suspenso por tercer año consecutivo las reglas fiscales ante las excepcionales circunstancias derivadas de la guerra en Ucrania recibió el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu y Ciudadanos, entre otros, a los que se sumó la abstención del PP. Así, la apreciación se aprobó por 195 votos a favor, 53 en contra y 95 abstenciones.

Con este aval queda despejado el camino para la presentación del proyecto presupuestario del próximo año, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prevé registrar “en tiempo y forma” y para cuya negociación pidió “responsabilidad” a los grupos.

Como en años anteriores, el Gobierno había solicitado al Congreso que apreciara que se dan las circunstancias excepcionales previstas en los artículos 135.4 de la Constitución y el 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera para suspender las reglas fiscales, en línea con la Comisión Europea. De esta manera, los objetivos de déficit para 2023 dejan de ser vinculantes y se convierten en meras referencias, tanto para el conjunto de la administración (3,9% del PIB, 1,1 puntos menos que en 2022) como para los subsectores.

Junto a la suspensión de las reglas fiscales, el Gobierno aprobó un techo de gasto “récord” de 198.221 millones de euros –no sujeto a aprobación del Congreso– con el que espera consolidar el crecimiento económico, la creación de empleo, el esfuerzo inversor y la protección ante la inflación.

En ese sentido, Montero abrió la puerta a prorrogar algunas de las medidas para paliar la inflación –entre las que se encuentra la bonificación a los carburantes– más allá de final de año e incluso incorporar otras adicionales, aunque esta posibilidad no estaba incluida en el cálculo del techo de gasto.

Reequilibrio y medidas fiscales

La mayor parte de los grupos se mostró de acuerdo con que se dan las circunstancias para suspender las reglas fiscales, aunque presentaron críticas por la falta de un plan de reequilibrio y por la necesidad de nuevas medidas fiscales para rentas altas. En ese sentido, Montero avanzó que trabaja en la posibilidad de crear un nuevo impuesto temporal para grandes fortunas, que entraría en vigor en 2023, independiente del impuesto de patrimonio.

Precisamente la reclamación de un impuesto para las grandes fortunas fue uno de los puntos clave de la intervención del portavoz de Unidas Podemos, Txema Guijarro, que pidió también la bajada del IVA para productos de higiene íntima femenina y servicios veterinarios.

El diputado de ERC Joan Margall apoyó la suspensión de las reglas de déficit porque “situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias”, pero pidió “valentía” para ir más allá, cambiar la ley de Estabilidad Presupuestaria y “derogar el artículo 135 de la Constitución” para promover políticas expansivas.

También votaron favorablemente PdeCAT, al considerar que concurren circunstancias que lo justifican; Ciudadanos; Más País, que reclamó una reforma fiscal; Coalición Canaria; PRC y Teruel Existe. – Efe

El apunte

PNV a favor. El PNV apoyó el texto porque las circunstancias “siguen siendo excepcionales” y porque esa flexibililidad permite al Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos “utilizar todas las herramientas” para paliar los efectos de la guerra, según la diputada Idoia Sagastizabal. “Estamos de acuerdo en que las reglas fiscales continúen en suspenso”, coincidió la diputada de EH Bildu Mertxe Aizpurua, que avanzó que acudirá con “responsabilidad” a la negociación de los presupuestos.