La inflación no levanta el pie del acelerador en Euskadi. Al contrario, el IPC vasco rozó en junio la barrera del 10%, tras un repunte interanual del 1,3%, ligeramente por debajo ese sí del crecimiento medio en el Estado. En concreto, los precios han crecido un 9,6% en Euskadi entre enero y junio. La escalada sigue contando con el protagonismo de la energía, las gasolinas y la electricidad, pero el ritmo del avance de la alimentación, de la cesta de la compra, se incrementa mes a mes.

El IPC alcanza en el inicio del verano su nivel más alto desde hace 37 años. Y lo hace además en un contexto complejo, marcado por la invasión de Ucrania y las tensiones que traslada a los precios de la energía, de las materias primas y a los costes de producción de las empresas. Junto con la alimentación y el capítulo energético, el repunte de junio llega acompañado del encarecimiento habitual en estas fechas de los precios de los hoteles, los bares y los restaurantes.

En relación a mayo los precios repuntaron un 1,8% en junio, según los datos que ha hecho públicos esta mañana el Instituto Nacional de Estadística. El INE ya adelantó a finales del mes pasado que el IPC se ha situado en el Estado por encima de los temidos dos dígitos, en concreto en el 10,2%, impulsado por la presión de la energía.

Quedaba por despejar la incógnita de si Euskadi también había roto esa barrera. Al final no lo ha hecho debido a su estructura económica y a su menor exposición a la volatilidad de los precios del turismo. De modo que se sitúa en niveles similares a la de las comunidades con mayor perfil industrial, Madrid y Catalunya. En cambio, Nafarroa, con un repunte interanual del 10,2%, se alinea con la media del Estado.

Productos más inflacionistas

El cuadro del IPC por productos es una guía clara del origen de las tensiones de los precios. La vivienda, con un 19,1%, y el transporte, con un 17,9%, son los grupos que más crecen en Euskadi en los seis primeros meses del año y duplican el ritmo medio. Nada extraño porque en el capítulo de la vivienda entra la electricidad y los combustibles de consumo en el hogar, mientras que en el transporte se encuadran las gasolinas.

La alimentación y las bebidas no alcohólicas se consolidan en junio en la tercera posición del ranking de encarecimiento. En este caso, se da la circunstancia de que la cesta de la compra entró en marzo en una espiral alcista, coincidiendo con el inicio de la guerra de Ucrania. El último dato del IPC de la alimentación en Euskadi, 11,8%, está casi siete puntos por encima del ritmo del arranque del año.

El resto de grupos de productos se mueve entre el 6,9% de los hoteles y la hostelería y el comportamiento plano de medicina (0,3%) y comunicaciones (-0,3%). El ocio y la cultura (4,1%) y el vestido y el calzado (3%) tienen una evolución más moderada.

Bizkaia a la cabeza

La evolución por territorios refleja grandes diferencias. Bizkaia alcanza el nivel de inflación más alto con un 10%, mientras que Gipuzkoa se mantiene por debajo del 9%. Araba, por su parte, registró en junio un IPC del 9,8%.

Son en cualquier caso niveles de inflación más elevados que los incrementos salariales que se están cosechando en la negociación colectiva en Euskadi. Una circunstancia que aviva las peticiones sindicales de trasladar la subida de los precios a los sueldos. También da fuerza al discurso de los empresarios, que plantan acuerdos a largo plazo que trasladen gradualmente a las nóminas la mayor escalada de precios desde 1985.