Cuando el ciberespacio es ya casi pasado ponemos la vista en el metaverso. De ese futuro espacio virtual que nos espera en la vertiginosa revolución de las telecomunicaciones habló Roberto Romero, miembro del Metaverse Continuum Business Group en Accenture, en el marco de las Jornadas Tecnológicas de Euskaltel.

Un viaje increíble, del Ciberespacio al Metaverso fue el título de su intervención, en la que subrayó que “no se trata de un salto sino de una evolución en la que poco a poco se irán vislumbrando los cambios”. A modo de visión hacia la próxima década, a cómo aterrizar la tecnología en el día a día personal y en el de las compañías para sacarle provecho, describió de forma pormenorizada las características de ese mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos dentro de él, interactuando con todos sus elementos.

Entender qué va a ser el metaverso requiere, en su opinión, comprender la clave, el core, que es Internet, la red de telecomunicaciones más grande del mundo. Según percibe, la red de redes “tiene fallos de diseño. De hecho, se diseñó para un propósito y la hemos utilizado para 1.869 casos de usos diferentes a los que se diseñó originalmente”.

Echando la vista atrás recordó que a partir de 2007 se populariza el hecho de llevar en el bolsillo Internet y ahora estamos conectados todo el día. “De estar desconectados hemos pasado a estar hiperconectados y vamos a seguir estando conectados porque esta revolución nos ha traído muchísimas ventajas, véanse competitividad, de productividad... pero hay que entenderla de la forma adecuada”, advirtió. Ello requiere, a su modo de ver, comprender que “el metaverso no es lo que hemos visto en las pelis”, sino que el futuro de las telecomunicaciones pasa por “integrar todos los pilares tecnológicos (inteligencia artificial, machine learning...) desarrollados durante años y utilizarlos de soporte para todo lo que está por venir”.

Para él, hay una parte relativa al hardware, la de la realidad mixta, “muy importante porque define cómo vemos Internet. Hemos pasado de ver Internet en la pantalla del ordenador a verlo en la pantalla del móvil”. A propósito, adelantó que “el futuro va de ver Internet, y no solo como hologramas a través de gafas de realidad mixta, -que en la próxima década va a suponer una gran revolución- también es integrar Internet en el mundo real”.

En este punto, tildó de “alucinante” el cambio que conocerán todas las industrias en su conjunto. “Podemos transformar los espacios reales y hacerles que reaccionen porque tenemos la información de quién habita esos lugares, son espacios inteligentes, espacios híbridos”, señaló.

El miembro del Metaverse Continuum Business Group en Accenture concibe el metaverso como “un paraguas de tecnología, una red diseñada para que se autorregule en cierta forma, que se basará en una serie de estándares”. A través de todas estas tecnologías definimos cómo interactuamos, cómo vemos, cómo nos comunicamos con los demás... De hecho, afirmó que “lo más importante de todo esto es entender quiénes son los usuarios”. Y recordó que “se decía que el ciberespacio era una red de ordenadores para acabar diciendo que era una red de personas, que es la realidad”.

Aquí las personas tienen un papel más protagonista. En el futuro de la nueva red y en esta nueva estandarización del diseño, el core o pilar fundamental es el usuario. Una de sus características principales es “quién soy yo legalmente. Si bien tengo una personalidad que varía en Internet según el portal donde esté”, especificó.

En el metaverso están tratando de definir esta cuestión y de vincularla directamente al usuario. También de impedir que haya fugas de información. “Estamos dando al usuario la capacidad de transaccionar no solo con dinero, con sus datos, con su privacidad y proporcionándole herramientas para guardar toda esa transacción que estamos generado, lo que supone una gran revolución en el diseño de cómo veníamos utilizando Internet, porque estamos haciendo que la red se pueda autorregular en ciertos aspectos que hasta ahora era complicado”, resaltó.

Con lo anterior enraíza el concepto de la interoperabilidad, relacionada con el usuario, con cómo es y cómo interactúa en la red. Un concepto abstracto que “se va a ir aterrizando con el paso del tiempo, porque afecta mucho más allá del entretenimiento”, avanzó Romero. No obstante, puntualizó que lo más importante es estandarizar y ello lleva un proceso, una evolución.

En cualquier caso, el metaverso no son las gafas de realidad virtual ni los entornos de realidad virtual, ni una plataforma concreta ni un hardware, es “una red que define cómo vemos Internet”. En esta evolución hizo hincapié en que “nos enfrentamos a un futuro en el que va a cambiar la forma en que tenemos acceso a nuestros usuarios, a los datos, cómo formulamos nuestros planes de negocio, etc.”.

Oportunidades

El metaverso ofrece oportunidades sobre todo para sectores que tengan un mercado B2C, para crear comunidad o futuros clientes (bancos, operadoras...) y para exposición de producto. A ellos les brinda una oportunidad de reducir costes, de aumentar los beneficios, de ser más eficientes y de generar una forma de interactuar diferente y muy provechosa con beneficios para ambas partes. Y todo supeditado a una estrategia de contenidos.

Como casos de uso llevados a cabo en Accenture, Romero expuso el del sector bancario enfocado en los niños como futuros clientes. Asimismo, mencionó un ejemplo de exposición de producto con BMW, con concesionarios virtuales, logrando que muestren la calidad de los productos, las funcionalidades, que sean realistas... con complejas soluciones de visualización incluso en dispositivos móviles que ofrecen una experiencia a nivel visual fotorrealista y que se puede personalizar. Por todo ello resaltó las capacidades internas de la empresa en la que trabaja para llevar a cabo proyectos de esta naturaleza.

Ante el problema de captación del talento, común a todas las empresas, apeló a optimizar el trabajo del talento gracias a la tecnología (conectividad 5G y realidad mixta), aprovechando que la persona con más talento forme a los demás y haciendo así más eficiente el trabajo. Con un proyecto al respecto han ayudado a una empresa de telecomunicaciones. Además, es “extrapolable a cualquier otro caso y empresa”.

Con todo, el futuro busca hacer Internet tangible. La realidad aumentada y las gafas de realidad mixta son ya muestras palpables de esa imparable evolución.