Teléfonos fijos o móviles, 'tablets', radios, videoconsolas, relojes electrónicos, ordenadores portátiles, 'e-books', memorias USB, discos duros externos, pulseras de actividad, cámaras y aparatos de vídeo, robots aspiradores, tostadoras€ Se estropean y rara vez se llevan a arreglar. Directamente, se tiran. Y muchos se tiran en cualquier contenedor, mezclados con cualquier otro tipo de residuos, porque su pequeño tamaño nos parece que no justifica un viaje hasta el punto limpio más cercano.

Según las Naciones Unidas, únicamente el 20% de estos pequeños electrodomésticos o dispositivos se recicla adecuadamente, lo que tiene un doble perjuicio medioambiental; además de las consecuencias derivadas de la falta de un tratamiento adecuado, al dejar que lleguen al vertedero desaprovechamos muchos de los componentes críticos (como metales y minerales) que se han empleado en su fabricación y que pueden reutilizarse en la producción de nuevos dispositivos.

Para incentivar nuestro interés por su adecuado reciclaje, la firma erandiotarra Indumetal Recycling participa en el proyecto CIRC4Life, financiado por la Comisión Europea a través del programa H2020, y forma parte del Banco de Casos Prácticos de Innobasque por su aplicación de la innovación para mejorar la tasa de entrega de estos dispositivos. ¿Cómo? Pues permitiendo identificar a quien se preocupa por el destino final de sus aparatos electrónicos estropeados o en desuso y recompensándole por ello.

Para ello han desarrollado creado un tipo de contenedor inteligente que, gracias a un software y una aplicación expresamente diseñada para este programa, ofrece trazabilidad a todo el proceso de entrega vinculando cada uno de los dispositivos o pequeños electrodomésticos con la persona que lo ha depositado en él. Basta con que ésta se descargue en su móvil la app gratuita del programa y se registre en ella para que después el contenedor le identifique y sume en su cuenta de usuario los puntos (eco-créditos) que correspondan por cada aparato entregado.

Cálculo de eco-créditos

De la posterior recogida de los residuos se ocupa Indumetal Recycling, que en su planta de tratamiento evaluará el estado en que se encuentra el dispositivo, su antigüedad y las posibilidades de aprovechamiento de sus componentes que presenta. A partir de esa valoración, el software calcula cuántos eco-créditos asigna a su antiguo propietario. De hecho, un consejo; si el aparato está en desuso pero aún funciona, conviene depositarlo con algún tipo de embalaje para asegurarnos de que no sufre daños durante su traslado. Estos incentivos pueden ser, en función de los municipios donde se instalen los contenedores y de las entidades que colaboren en cada ocasión, desde descuentos en tiendas locales a donaciones realizadas en su nombre a iniciativas medioambientales.

La app además permite conocer dónde se encuentra el contenedor más cercano, ya que, como se ha probado en el programa piloto realizado en Getxo con la colaboración del ayuntamiento de esta localidad, éstos pueden tener ubicaciones permanentes (como en colegios) pero también otras rotativas (como los centros cívicos), para así cubrir un mayor territorio. Para hacerlo posible, el diseño del contenedor es muy similar al de una taquilla de gimnasio y su instalación sólo requiere de electricidad y cobertura.

Indumetal Recycling, que ha contado con fondos europeos y la colaboración del Ayuntamiento de Getxo y la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (Ihobe) para poner en marcha el proyecto, estudia ahora los resultados obtenidos de la prueba piloto y cómo implantar la iniciativa en otras localidades.