- No fue tarea fácil, pero los trabajadores de Tubacex dieron ayer su visto bueno al acuerdo alcanzado el jueves por la dirección y el comité de empresa. Tras casi ocho meses de huelga, una de las más largas que se recuerdan en Euskadi, sindicatos y compañía habían aparcado sus diferencias, pero las asambleas que debían refrendar se contaminaron de la atmósfera enrarecida generada por el conflicto y lo que parecía un trámite se convirtió en una votación casi a cara o cruz en la que la moneda cayó del lado del sí. La empresa mostró su satisfacción.

LAB ya había mostrado sus cartas el jueves: rechazaba el acuerdo porque, aunque se eliminaba la palabra tabú, despidos, las concesiones en capítulos como la jornada laboral o la congelación del convenio no le sonaban bien. No había disciplina de voto, pero finalmente rechazaron la solución consensuada con la dirección de la compañía bajo la mediación del Gobierno vasco.

Los afiliados a ELA mostraron una relativa división: 125 votos a favor y 50 en contra. Pero lo más llamativo es que el presidente del comité, adscrito a ELA, advirtió tras la votación de que el sindicato que lidera la representación sindical no apoyaría el acuerdo sin un respaldo mayoritario de la plantilla. De modo que cuando STAT, el sindicato de trabajadores de Acelaria Araba, la planta de Amurrio, votó en contra todas las miradas se centraron en Comisiones Obreras.

No hubo sorpresas en ese frente y el acuerdo tomó cuerpo. La secretaria general de CCOO en Euskadi, Loli García, explicó antes de la votación sus afiliados que el acuerdo es “positivo y da viabilidad” a la empresa, además de “garantizar el empleo”.

Para ELA, es la huelga que se lleva a cabo de forma indefinida desde el pasado 11 de febrero la que ha obligado a la empresa a realizar una nueva propuesta que les ha llevado a “evitar despidos forzosos y aprobar sólo medidas coyunturales”, las principales líneas rojas durante la negociación. Mientras que los afiliados de las otras dos patas de la representación laboral, LAB y STAT, mantuvieron el pulso, lo que anticipa que el enfrentamiento sigue latente.

Una vez ratificado por la mayoría de los trabajadores habrá una nueva reunión a tres bandas -comité, dirección y departamento de Trabajo y Empleo, que ha asumido tareas de mediación- para firmar la desconvocatoria de una huelga que cumple ya 234 jornadas en ambas plantas alavesas.