El futuro de La Naval toma forma a orillas de la Ría aunque todavía quedan unos meses para conocer los detalles del nuevo rumbo del histórico astillero. La empresa que se adjudicó las instalaciones de Sestao en la liquidación, la belga VGP, afina estas semanas el proyecto y ha retomado contactos con Marina Meridional y A&M, las dos compañías que presentaron un ambicioso destino para la superficie de las instalaciones que tienen un destino industrial.

Se trata del 51% de los casi 300.000 metros cuadrados de la dársena y, de momento, la apuesta de VGP por alquilar esa superficie es el principal obstáculo en la negociación. Los promotores de la iniciativa quieren comprar el terreno que necesitan, pero la compañía belga trabaja habitualmente con otro esquema. Construye y entrega llave en mano la nave industrial bajo régimen de alquiler. La misma dinámica de comercialización de sus almacenes logísticos, que son la base de su actividad.

En el caso de La Naval hay dos condicionantes que marcan el paso al nuevo propietario. El primero y más importante es la exigencia urbanística de dedicar algo más de la mitad de las instalaciones a un uso manufacturero. El segundo es la localización y la superficie del antiguo fabricante de buques.

La Naval ha botado auténticos gigantes del mar con casi 300 metros de eslora, como el gasero Sestao Knutsen, y, aunque en el caso de mantenerse actividad naval los buques no alcanzarían esas dimensiones, se trata de un emplazamiento privilegiado para un astillero.

Esa es la apuesta principal de A&M y Marina Meridional, que además plantean la puesta en marcha de una fábrica de plataformas flotantes para aerogeneradores, una central de generación de hidrógeno verde y una calderería de grandes dimensiones.

El grupo logístico belga VGP manejaba en junio varias ofertas para colmar las exigencias industriales de las instalaciones, pero solo ha trascendido el de las dos compañías que pujaron en el concurso de acreedores por La Naval y que ahora apuestan por poner en marcha un astillero. El juez adjudicó La Naval al mejor postor, como marca la ley en la fase de liquidación de las quiebras, VGP sin tener en cuenta la obligación de dar un uso industrial al 51%.

Lo más fácil para conseguirlo sería vender esa parte a Marina y A&M, pero de momento no ha mostrado sus cartas. Fuentes consultadas conocedoras del proceso consideran que el principal escollo es la apuesta de VGP por alquilar parcelas del antiguo astillero, pero no cierran la puerta a un acuerdo.

contactos iniciales

Aunque esa sea la práctica habitual de la multinacional logística belga, las premisas son diferente a las de otras operaciones y eso alimenta las opciones del consorcio de las dos compañías, que esperan reunirse en breve con responsables de VGP.

De hecho, tenían previsto celebrar un encuentro esta semana que ha sido aplazado, pero que tendrá lugar antes de que acabe este mes.

Mientras, A&M y Marina Meridional continúan manteniendo el interés por La Naval. Estiman que el esquema industrial que plantean "es razonable y viable" y confían en convencer a la compañía logística belga de que cede parte del terreno.

VGP, por su parte maneja los tiempos con pausa. Sabe que es posible que su proyecto no arranque hasta bien entrado el próximo año y no tiene prisa en perfilar la actuación. Tiene abiertos varios frentes para dar contenido industrial a La Naval pero ninguno está ni siquiera en la fase de que asomen los brotes.

Por ello la empresa mantiene un calculado silencio. Las últimas declaraciones, antes del verano, de su consejero delegado, Jan Van Geet, marcan en cualquier caso una intención: "El área metropolitana del Gran Bilbao, con 1.000.000 habitantes, se posiciona entre las regiones europeas más competitivas, innovadoras y productivas. Por lo tanto, estamos muy orgullosos de que, con nuestro nuevo parque en Sestao, contribuyamos al progreso de la industria manufacturera en esta región y su transformación tecnológica y digital".

Será la primera actuación en Euskadi de VGP -opera en el Estado desde 2015- y ese camino lo está recorriendo "junto con las administraciones vascas", subrayó Van Geet.

La discreción es muy importante en ese escenario. A mediados de junio hubo informaciones que apuntaban al interés de compañías de automoción o del sector energético por darle un uso industrial al antiguo astillero. No han trascendido avances en esa línea y de momento solo está confirmada la iniciativa de Marina Meridional y A&M.

Que se sepa, son los únicos que han concretado que necesitan como mínimo de cerca de 120.000 metros cuadrados de la superficie, pero todavía no han logrado arrancar una negociación en firme.

No hay prisa porque La Naval forma parte tanto para Marina como para A&M de una estrategia más amplia. Marina Meridional ya cuenta con astilleros operativos en Huelva, Vigo, Ceuta y Turquía y la incorporación de La Naval sería "la joya de la corona" de este grupo empresarial con sede en Madrid.

Tras el grupo alemán A&M hay seis astilleros "líderes mundiales" con expectativas de carga de trabajo para 25 años y Sestao se convertiría en una pieza clave en ese "mega astillero global".

Tras año y medio de trabajo por separado durante el proceso concursal y juntas tras la adjudicación del astillero a VGP, ambas compañías afrontan el esprint final para hacerse con una parte de La Naval y reactivar el astillero. Consideran que cuentan con un plan industrial "seguro" y capacidad económica "suficiente" para desarrollarlo.

al detalle

120.000

metros cuadrados. Es la superficie que necesitan Marina Meridional y A&M para poner en marcha su proyecto industrial. Su intención es reactivar el uso de La Naval con un astillero, una planta de generación de hidrógeno, una calderería y una fabrica de plataformas flotantes de aerogeneradores marinos.

144.000

metros cuadrados. El plan urbanístíco municipal para la zona exige a su nuevo propietario a dedicar a uso industrial al menos el 51% de la superficie. Serían algo más de 144.000 metros cuadrados, con lo que el planteamiento de Marina Y A&M colmaría en la práctica la exigencia.

284,4

metros de eslora. La ubicación y superficie del antigua astillero es inmejorable para la construcción de grandes buques y su botadura. El 'Sestao Knutsen', botado en 2006 y que ayer estaba amarrado en el Golfo de Guinea es un ejemplo. Con más de 284 metros de eslora, es uno de los gigantes construidos en La Naval.