El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer una subida "inmediata" del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que no tendrá carácter retroactivo desde enero y supondrá un incremento de en torno a 15 euros al mes para los trabajadores con esa referencia en su convenio. Se trata de cerca de dos millones de trabajadores en el conjunto del Estado y que en Euskal Herria ronda los 52.000 afectados -40.000 en Euskadi y 12.000 en Nafarroa-. Son en su mayoría empleadas de servicio doméstico, pero también afecta a personal de la hostelería.

Sánchez hizo este anuncio en una comparecencia con la que quiso marcar el inicio del curso político y que tuvo un marcado acento económico en un contexto marcado por el avance de la vacunación y la recuperación económica. El anuncio se produjo horas antes de que técnicos del Ministerio de Trabajo y de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme se reunieran para iniciar las negociaciones sobre la subida del SMI.

La patronal, a través de su presidente, Antonio Garamendi, no tardó en mostrar su oposición al planteamiento, anticipando una tensa negociación. "¿A quién no le gustaría que los salarios suban? Yo soy el primero que digo que lo tendríamos que hacer. Pero pensamos que no es el momento porque venimos de un año y medio horrible", señaló en una entrevista en Telecinco.

El SMI se encuentra ahora en 950 euros mensuales y el Gobierno se ha comprometido a que alcance el 60% del salario medio en esta legislatura. El Ministerio de Trabajo ha puesto sobre la mesa del diálogo social el informe de la comisión de expertos para el salario mínimo interprofesional (SMI), que recomienda una subida media de 15 euros para 2021, como punto de partida para negociar un alza que el Gobierno quiere acometer de manera inmediata.

"No estamos comprometidos con ninguna cifra en concreto, porque esto es un proceso de negociación dinámica y el lunes volvemos a la mesa para escuchar el retorno de los agentes sociales", declaró ayer a los medios tras la reunión con los agentes sociales el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. Los agentes sociales han tomado no obstante la referencia de 15 euros como base. Una cifra escasa para los sindicatos y abultada para los empresarios.

Sánchez arrancó el curso político desgranando los planes del Ejecutivo y priorizando la consolidación de la recuperación económica para que ésta llegue a "todos los bolsillos" y sea "justa". En medio de un escenario de recuperación económica, Trabajo y los agentes sociales deberán acordar las próximas semanas en qué porcentaje se incrementa el salario mínimo. Desde los sindicatos, tanto CCOO como UGT han reclamado reiteradamente la necesidad de incrementar el SMI e incluso habían anunciado movilizaciones si el Gobierno no accedía. Por el contrario, la patronal se muestra contraria, argumentando que el SMI ha experimentado entre 2018 y 2020 una subida del 31,8%, algo inédito en la economía española, y además todavía hay empresas y negocios que no se han recuperado de la crisis.

Las posiciones de partida no invitan al optimismo, pero Sánchez recordó a sindicatos -los líderes de Comisiones y UGT estuvieron presentes en el acto, no así el presidente de la CEOE- y empresarios su papel "esencial" para garantizar la estabilidad y aplaudió que se hayan alcanzado once acuerdos para el país durante este periodo.

En este tiempo de recuperación, Sánchez también resaltó la importancia de "lo público" y de la unidad con la UE, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, así como de la colaboración con el sector privado.

En este sentido, Sánchez alabó el "éxito" de los créditos ICO, que "han salvados miles de empresas y millones de empleos", así como de las ayudas directas a empresas que se están ejecutando. También puso en valor el primer acuerdo de pensiones aprobado en Consejo de Ministros desde 2011, que conlleva el compromiso por ley de aplicar una revalorización de las mismas conforme IPC, para lo que pidió apoyo a los grupos políticos en el Congreso para sacarla adelante.

Durante su discurso, el presidente aseguró que España va recuperar los niveles de prepandemia en 2022, y avanzó que quedan en ERTE 274.000 trabajadores, frente a los más de 735.000 registrados a principios de septiembre del año pasado. "Aún son muchos pero no son, ni de largo, los que teníamos al principio de la pandemia", apuntó, tras recordar que el mercado laboral ya cuenta con un volumen de cotizantes superior a los que había antes de la crisis.