a compañía petrolíferas vasca Petronor, cuyos accionistas de referencia son Repsol y Kutxabank, ha anunciado que el próximo 1 de octubre su principal planta, la refinería de Muskiz, volverá a la plena actividad de refino de petróleo para elaborar gasolinas, gasóleo y keroseno, ya que la recuperación del consumo de hidrocarburos se ha confirmado al eliminarse las restricciones de movilidad y aumentar el tráfico vacacional.

Hay que tener en cuenta que, según los últimos datos del Ente Vasco de la Energía (EVE), en los cinco primeros meses del presente año, el consumo de carburantes en Euskadi ha crecido casi un 18%, -un 31,9% las gasolinas y un 16,7%, el gasóleo- y lo que es más importante la tendencia al alza se consolida mes a mes, un hecho que hace que las compañías petroleras esperan que se mantenga y que siga con tendencia positiva en la recta final del año. A nivel del Estado español, en mayo, según datos de CORES, el consumo de gasolinas se había multiplicado por 2,2 respecto a mayo del pasado 2020 y el de keroseno para aviación se había multiplicado por 5,3.

Así las cosas la dirección de Petronor, empresa presidida por Emiliano López Atxurra, transmitió ayer martes al comité de empresas que de la mano de la plena recuperación de la actividad productiva, la empresa irá desactivando progresivamente el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que aplica desde el pasado mes de mayo de este 2021, en todo caso antes de la primera semana de octubre.

La mejoría del mercado de carburantes ha anticipaba una decisión en tal sentido, tal como había señalado DEIA, máxime cuando días pasados el propio presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao adelantó que esperaba un incremento del tráfico de graneles líquidos en el Puerto de Bilbao de la mano de su primer cliente que no es otro que Petronor, una compañía que el pasado año, y pese a la crisis del covid, movió nada menos que 7,6 millones de toneladas de petróleo crudo.

Petronor decidió la paralización de una de sus dos unidades de refino en el pasado mes de mayo, debido a que el confinamiento y las restricciones de la movilidad habían provocado un notable recorte de la demanda de combustibles. Desde entonces la recuperación ha sido evidente aunque todavía sigue por debajo de las cifras de los años previos a la crisis del covid.

En ese contexto, Petronor ha mantenido esa unidad parada durante más de un año, lo que implicaba reducir en un 40% su capacidad productiva. Para paliar las pérdidas generadas por dicha reducción de demanda, la empresa había implantado un ERTE para 364 de los 965 trabajadores de la compañía.

El citado expediente de regulación temporal de empleo estaba siendo duramente contestado por los sindicatos con representación en la empresa vasca aduciendo, primero, razones de seguridad en las instalaciones y, después, que los trabajadores no tenían por qué ser los paganos de un situación coyuntural sobrevenida.

En todo caso, la dirección de la empresa Petronor, -cuya actividad normalizada la convierte en el primer contribuyente fiscal de Bizkaia y uno de los mayores de Euskadi-, comunicó aye martes tras la reunión con el comité que irá incorporando a los trabajadores en ERTE hasta la jornada completa, -no hay que olvidar que la mayoría de los 364 empleados en cuestión están sometidos a una reducción de horario-, de forma progresiva en las próximas semanas veraniegas, para realizar las tareas previas que permitan el arranque de la unidad de refino que aún está paralizada.

Fuentes de la compañía energética vasca destacaron que el progresivo incremento de producción con el consiguiente desmantelamiento del ERTE es "una noticia muy esperada por todos, ya que la reactivación de la actividad de la refinería permite la progresiva reincorporación de las personas de Petronor".

El expediente de empleo, según recuerda la empresa, fue puesto en marcha después de prácticamente un año de inactividad, período que Petronor dedicó a formación para su personal, "abonando todos los sueldos íntegros".

Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras de Euskadi comunicó tras conocer la noticia que la decisión de terminar con el ERTE es "tardía y poco trabajada", y no está acompañada de "planes de polivalencia y formación" para mejorar las condiciones de la plantilla.