La recuperación gana terreno poco a poco a la crisis. La economía vasca mejoró de forma "notable" el pasado mes de marzo y un año después de declararse la pandemia "deja atrás la zona de contracción y vuelve a la de crecimiento" aunque aún a un ritmo "muy modesto".

Así se refleja en el Termómetro Económico del Gobierno Vasco, que otorga a marzo una puntuación de 67,2 (en una escala de 0 a 150), un valor que mejora en 24,3 puntos al de febrero, que se situó en 42,9 y que es el más elevado desde que se inició la crisis sanitaria del coronovirus.

Este indicador estaba por encima de 100 (zona de crecimiento sólido) antes de la llegada del covid-19, momento en el que se desplomó llegando al mínimo en abril, con 27,5 puntos, cuando aún seguía vigente el confinamiento domiciliario. Posteriormente fue subiendo mes a mes (29,4 en mayo, 31,5 en junio, 33,9 en julio, 35,5 en agosto y 41,6 en septiembre), pero en octubre (40,9) sufrió un nuevo descenso por las consecuencias de la segunda oleada de la covid y volvió a empeorar en noviembre (40,1).

Crecimiento "modesto"

El rumbo cambió en diciembre al llegarse a 40,7 puntos, en enero se elevó a 42,1 y en febrero se confirmó la tendencia al alza, 42,9 para sufrir un fuerte incremento en marzo, 67,2, lo que confirma que la economía vasca se encuentra en una zona de crecimiento suave.

El Termómetro Económico precisa que el ritmo de crecimiento es todavía "muy modesto" y en términos de evolución del PIB no llegaría al 1% interanual.

Además, añade que esta mejora se produce por la comparación con marzo de 2020, un mes en el que se adoptaron restricciones severas para controlar la expansión del virus.

Para hacer estas estimaciones el Termómetro Económico mide quince variables que tienen una mayor correlación con el Producto Interio Bruto vasco. Destacan los incrementos respecto al mes anterior del índice de producción industrial, la matriculación de vehículos de carga, las importaciones de bienes equipo, la venta de viviendas, la cifra de negocios en servicios, el índice de comercio minorista o las pernoctaciones en hoteles.

Sigue en cifras negativas el índice de actividad industrial, el pasaje en avión, la afiliación a la Seguridad Social y el empleo del comercio minorista.