El Puerto de Bilbao juega en una nueva liga desde el pasado jueves. El inicio de la actividad de Aratrain, la línea ferroviaria que unirá a partir de ahora la terminal de carga y descarga de la entidad portuaria y el centro logístico de Arasur, en Rivabellosa, es un resorte de crecimiento de los tráficos. El principal beneficiado de la puesta en marcha de la línea ferroviaria es el puerto seco alavés, pero la dársena vizcaina también gana enteros con la conexión.El director de Operaciones de la Autoridad Portuaria, Andima Ormaetxe, explica a DEIA las claves de una infraestructura que abre nuevas líneas de negocio.

A partir de ahora, todos los jueves un tren partirá desde Santurtzi con destino a la frontera entre Araba y Burgos. Es un hito relevante para el Puerto, que lleva "tiempo" aguardando a que se materialice una conexión que beneficia a los extremos de la línea. "Es importante que sea una realidad y que todas las empresas que están en el polígono de Rivabellosa ya vean el tren entrar y salir, que hay una frecuencia semanal asegurada y que podamos captar negocio para el puerto", subraya Ormaetxe en un encuentro a pie de puerto horas antes de que el primer Aratrain empiece a circular por las vías.

"En la zona de Arasur hay mucha actividad, muchas empresas, va a ser un espacio de oportunidades", añade. El Puerto tendrá a partir de ahora un nuevo resorte que le "va a permitir captar más negocio". En el otro extremo," las empresas tener un coste más eficiente y ecológico de transporte". Por un lado se estimula el crecimiento del tráfico de la actividad portuaria y por otro se incide en un desarrollo económico más respetuoso con el medio ambiente.

Estímulos

Todo ello contribuye a reforzar la competitividad de las compañías. "Arasur lleva ya un tiempo funcionando y nosotros nos unimos con Aratrain, la plataforma ferroviaria, a su desarrollo. Va a ser una palanca importante también para ellos. El hecho de estar conectados directamente al Puerto va incrementar su competitividad".

La operación tiene tres claves para las empresas y el país, un cóctel que favorece la productividad. Conectar en tres horas el puerto más importante del Cantábrico con el principal nodo de distribución de mercancías de Euskadi genera una reacción en cadena. El transporte será a partir de ahora más efectivo, las empresas ahorrarán costes respecto al transporte terrestre y además se producirá una reducción de las emisiones de CO2.

Andima Ormaetxe explica que la línea ferroviaria conllevara un 25% menos de contaminación, un porcentaje que aumentará en el futuro a medida que se asiente y dinamice el tráfico ferroviario. El Puerto de Bilbao ha invertido 15 millones de euros en la conexión, con dos objetivos: "captar nuevas mercancías y fidelizar a los que ya operan en el Puerto con una reducción de costes", explica su director de Operaciones.