Euskadi fue la comunidad autónoma que más redujo en la Declaración de la Renta de 2020, correspondiente a la actividad económica desarrollada en 2019, su número de contribuyentes que destinan a la Iglesia Católica su asignación tributaria.

Por territorios históricos, Gipuzkoa fue la que experimentó una mayor caída de contribuyentes en favor de la Iglesia (-6,8%), en Bizkaia la reducción fue del 4,4% y en Araba del 2,6%.

De esta forma, a través de la Declaración de la Renta 2020 la Iglesia obtuvo 10,3 millones de euros de 163.737 contribuyentes vizcaínos, 3,48 millones de 59.327 contribuyentes guipuzcoanos, y 3,06 millones por parte de 57.188 contribuyentes alaveses.

En el conjunto del Estado, la Iglesia Católica recaudó 301,07 millones de euros a través del 0,7% del IRPF en la Declaración de la Renta de 2020, lo que supone 16,6 millones de euros más que el año anterior (un 5,85% más), y alcanzó de nuevo un máximo histórico, aunque la Conferencia Episcopal Española (CEE) precisa que estas cifras no hacen visible todavía las consecuencias económicas de la situación de pandemia.