- El tradicional parón de la industria y la construcción en el mes de agosto junto al mínimo recorrido de las actividades turísticas a consecuencia de las restricciones del coronavirus, frenaron en seco el mes pasado la recuperación del empleo en Euskadi.

Las oficinas de Lanbide inscribieron en agosto 3.090 desempleados más, lo que supone un incremento del 2,1%, un porcentaje que está muy por encima del registrado en el Estado (0,8%) debido a que la economía vasca tiene menos capacidad de crear empleo estacional vinculado al verano. A eso hay que añadir que las empresas del sector manufacturero, muy castigado por la crisis, han limitado las ya de por sí escasas contrataciones de eventuales con las que habitualmente suplen algunos puestos fijos durante las vacaciones y que el ladrillo ha cesado este año más que nunca su actividad.

En consecuencia, el paro volvió a crecer el mes pasado tras un julio muy positivo y la lista del desempleo vasco avanzó hasta sumar 146.450 personas. Como nota positiva cabe destacar que el mercado laboral vasco, que sufre siempre en agosto por su estructura económica, ha tenido este curso un mejor comportamiento ese mes que en 2019. Con todo hay que remontarse a agosto de 2010, en un momento crítico de la recesión anterior, para encontrar un dato tan malo como el de este año.

Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social continua en la espiral negativa generada por la pandemia y Euskadi perdió 4.309 cotizantes en agosto. La industria lideró la caída en las contrataciones con un descenso respecto a julio de casi un 37%, once puntos más que la bajada en ese sector en el conjunto del Estado. En cambio, en servicios, el descenso vasco (-26%) es cuatro puntos inferior al de España debido precisamente a la menor exposición al turismo del sector terciario, cuya evolución se ha visto marcado por los brotes del covid durante el verano.

La cifra de parados avanza en el Estado hasta las 3.802.814 personas sin empleo tras sumar 29.780 desempleados en agosto. La cara positiva llegó en lo relativo a la Seguridad Social, que sumó 6.822 afiliados en agosto, hasta alcanzar una media de 18.792.376, con lo que marca el cuarto incremento consecutivo del empleo tras la crisis del coronavirus y el primero en un octavo mes del año desde que comenzó la serie histórica en 2001.

Tanto en Euskadi como en España, el foco se pone ya en septiembre. El mal dato de agosto estaba ya descontado. El contexto, muy condicionado por los efectos de los rebrotes del covid en las actividades hosteleras, no invitaba precisamente al optimismo. En cambio, este mes que acaba de comenzar será toda una revalida para el empleo.

El curso no solo empieza en el ámbito educativo, también recuperan el pulso la industria y la construcción. Después de seis meses al ralentí y desconectadas como nunca habían estado, las diferentes piezas que conforman la economía coinciden en la autopista del crecimiento y el riesgo de contagio se multiplica.

Y a ello hay que sumar el debilitamiento generalizado de las empresas durante el colapso generado desde el confinamiento. El escenario, siendo generosos, está a media luz y más allá del análisis mes a mes, la evolución interanual es el mejor reflejo de lo delicado de la situación.

Euskadi registró en agosto casi 30.300 parados más que hace un año, lo que representa un incremento del 26% para una economía que hasta el mes de febrero avanzaba con paso firme hacia una situación de desempleo estructural. En el ámbito de la afiliación a la Seguridad Social también se ha frustrado la posibilidad de superar el millón de cotizantes, récord histórico en la CAV.

El reloj se detuvo el 14 de marzo con la declaración del estado de alerta y de los 973.152 afiliados vascos registrados a finales de febrero se ha pasado a los 938.585 de agosto sin margen para enderezar la pendiente por la que se precipitaba el empleo.

De ahí que lo que queda de año, con todas las miradas puestas en las aristas en la actividad económica que puede generar el coronavirus, sea en estos momentos el principal punto de atención. La velocidad de la recuperación dependerá de lo que ocurra de aquí a diciembre.