El consejero de Hacienda y Economía del Gobierno vasco en funciones, Pedro Azpiazu, ha considerado este jueves que "lo peor de la crisis del coronavirus se ha situado" en el segundo trimestre del año y que a partir del tercero tendría que ir mejorando la actividad económica y "un poco el empleo".

Según ha dicho en una entrevista en Radio Euskadi, esa consideración constituye "un deseo, que también está fundado en datos económicos que apuntan en ese sentido".

El consejero ha puesto de manifiesto que pese a la situación económica actual, no conocida en el pasado, hay algunos datos "positivos" como el ligero crecimiento de la confianza empresarial, un dato "importante" para la reactivación, o que Michelin vaya a sacar del ERTE a sus empleados.

Azpiazu ha puntualizado que todo ello "no quiere decir que la situación económica este año se vaya a resolver" y ha reiterado que el Gobierno vasco revisará en septiembre a la baja sus previsiones económicas para este ejercicio, de una caída del PIB del 8,7 %, después de que Euskadi haya entrado en recesión tras el mal comportamiento de la actividad el segundo trimestre de este año, con una caída del 20,1 %.

El consejero ha afirmado que respeta la decisión del lehendakari, Iñigo Urkullu, de no acudir a la Conferencia de Presidentes convocada mañana por no haberse convocado la Comisión Mixta del Concierto.

Según ha indicado, había un compromiso político por parte del Gobierno para hacerlo "en la primera semana de julio y estamos prácticamente en el último día de julio. Se han sobrepasado todos los plazos", ha lamentado.

Azpiazu ha defendido la importancia de convocar la Comisión Mixta ya que el Gobierno vasco necesita "tener claro el escenario de déficit" para poder endeudarse y definir los presupuestos para 2021.

Se ha referido al acuerdo del Gobierno de Navarra con el central por el cual la Comunidad foral podrá elevar su objetivo de déficit al 2,3 % y ha puntualizado que en el caso de Euskadi, el Ejecutivo vasco no considera suficiente ese porcentaje para cubrir la caída de la recaudación y "la necesidad de endeudamiento" para mantener los servicios públicos.

El titular de Hacienda ha indicado que Euskadi tiene las cuentas saneadas y "margen" para recurrir al endeudamiento como vía para aumentar el gasto público y ha considerado que hablar ahora de una posible subida de impuestos "sería desviar la atención sobre lo importante", en alusión a la recuperación de la actividad y el empleo.

Ha puntualizado, sin embargo, que hay que pensar qué parte del endeudamiento, del coste de la crisis, "tenemos que empezar a pagar a partir de ahora". Según ha dicho, "es un tema que tenemos que tratarlo, no podemos evitar ese debate", aunque el actual es momento de atender "lo urgente", ha insistido.

Azpiazu ha explicado que aunque la conformación próxima de un nuevo Gobierno vasco condicionará el reparto presupuestario, el actual Ejecutivo ha empezado a trabajar en los próximos presupuestos con los objetivos de reforzar el sistema sanitario, la actividad económica, el empleo, la innovación, la formación y las políticas sociales y trabajar en la transición digital y energética.

Además, ha señalado que es intención del Gobierno vasco actual mantener los salarios de los trabajadores públicos.