- La economía vasca sigue encajando los golpes del covid-19. La situación se complica mes a mes y el impacto final de la pandemia sigue siendo una incógnita. Aun así, el dato de paro de mayo, que se esperaba con interés al completarse ya casi un trimestre de frenazo económico, ha sido menos malo de lo previsto. El paro sube en Euskadi en algo más de 3.000 personas, una tercera parte de los incrementos de marzo y abril, con una pérdida de empleo bastante más suave que en los meses anteriores. En función de hasta qué punto pueda salvarse la campaña turística dependerá el que Euskadi pueda incluso teñir de verde los balances laborales de junio y julio.

Siempre cabe el riesgo de que la situación vuelva a torcerse a partir de agosto y, sobre todo, en otoño. Con la excepción del sector educativo, que recupera trabajadores en septiembre, los meses posteriores al verano suelen ser bastante fríos al perder la actividad económica ese abrigo del turismo. Será entonces cuando, coincidiendo con la finalización de los estímulos públicos a los ERTE, que han ayudado estos meses a contener los números de desempleo, se pueda comprobar con más exactitud hasta dónde llega el destrozo social del coronavirus.

En relación a los ERTE, el Gobierno vasco notificó ayer que quedan en situación de suspensión temporal algo más de 100.000 trabajadores vascos, muy por debajo del máximo alcanzado en estas últimas semanas. El total de solicitudes de ERTE presentadas por las empresas a la autoridad laboral han alcanzado a 200.000 trabajadores, aunque las que se han hecho efectivas han sido menos, unas 170.000. Por tanto hay cerca de 70.000 vascos que ya han vuelto al trabajo tras ser suspendido su contrato a causa de la pandemia (hay un pequeño grupo, unos 2.000, que han pasado a engrosar la lista del paro).

"Empezamos a ver la luz al final del túnel", afirmó ayer el director de Lanbide, Borja Belandia, en la valoración de los datos de paro registrado de mayo. Unos datos que, siendo negativos, mejoran los registros de los dos meses anteriores. Aunque siguen siendo las actividades que más influyen en el incremento del paro, la recuperación de una cierta actividad en la hostelería y el pequeño comercio ha sentado bien a las estadísticas. Así, el mes cierra con 3.072 nuevos parados inscritos en el Servicio Vasco de Empleo, lo que eleva la cuenta desde mediados de marzo hasta algo más de 24.000. Un enorme paso atrás que deja el total de desempleados vascos en 141.715.

Dentro de lo malo, la sensación que deja mayo es que la peor parte de la crisis del coronavirus ya ha pasado. Es verdad que mayo suele ser un buen mes para el mercado de trabajo, pero los antecedentes cuentan poco en una situación excepcional como esta. Puede considerarse un primer balón de oxígeno el hecho de que el paro haya crecido menos que en marzo y abril y, en especial, que el número de afiliados a la Seguridad Social tiende a estabilizarse.

El mes pasado se perdieron 2.084 cotizantes en la CAV, una caída mucho más suave que los 6.000 de abril o los más de 26.000 puestos destruidos en la segunda mitad de marzo. Es más, si se toman como referencia los últimos días del mes Euskadi registra en mayo un balance de ocupación positivo (el dato total de trabajadores a cierre de abril era más bajo que la media mensual). En todo caso tradicionalmente ha sido la media de altas y bajas a la Seguridad Social a lo largo del mes la referencia que se ha venido tomando al evaluar la salud del mercado de trabajo y la que permite hacer comparaciones con años anteriores.

"Nuestra actividad empieza a recuperarse, pero no se ha retomado el ritmo anterior y eso sigue dejando efectos", señalaba ayer el director de Lanbide. Habrá que ver hasta qué punto pueden trabajar estos próximos meses las empresas ligadas al turismo y que tienen en el verano su prueba de fuego. En principio, el cambio de fase la semana que viene traerá menos limitaciones de aforo en locales de ocio, bares y restaurantes, aunque eso sí deberán mantenerse las distancias entre mesas y otras medidas de seguridad.

El regreso progresivo a la normalidad de estos negocios dará un empujón a la contratación, que ya empieza a dar sus primeros pasos en la buena dirección. En mayo se firmaron en la CAV cerca de 34.000 contratos de trabajo, lo que supone un 27% más que en abril. Eso sí, los niveles de contratación continúan muy por debajo de los de la primavera de 2019.

La mejoría de mayo se extiende también al mercado laboral español, que sufre un incremento del paro de 26.500 personas, una cifra que nada tiene que ver con los casi 600.000 parados acumulados, en suma, en marzo y abril. En proporción se trata de un incremento más suave que el producido en Euskadi.

La Seguridad Social logra recuperar 97.500 trabajadores a nivel global en mayo, medido en términos de media mensual (son casi 188.000 más si se comparan los últimos días de abril y de mayo). En España hay ahora más de 3,85 millones de personas apuntadas en el paro y otras casi 3 millones en ERTE.

"La actividad tiende a recuperarse, aunque aun no estamos al ritmo anterior y se nota"

Director de Lanbide

"El complemento de los ERTE sería un primer paso. Hay que cambiar el modelo productivo"

Comunicado

"Debemos reforzar nuestro escudo social vasco con una mejora y ampliación de la RGI"

Comunicado