- La automoción es, con diferencia, el sector industrial más importante de Euskadi y el apoyo al automóvil es clave para la economía vasca. Por ello es una buena noticia que las empresas del sector empezando por las grandes compañías tractoras como Mercedes Vitoria y Volkswagen Navarra reinicien aunque sea al ralentí su actividad fabril.

Porque además la puesta en marcha de las dos grandes fábricas vascas del sector arrastra a sus proveedores empezando por los más grandes como Gestamp, CIE Automotive, Michelin, Bridgestone-Firestone etc. Con todo la recuperación se estima lenta porque además de la compleja situación actual hay determinados dirigentes políticos que han puesto a los coches en el punto de mira sin presentar alternativas para paliar la riqueza y el empleo que genera el sector.

En todo caso, las plantas de Mercedes-Benz Vitoria y Volkswagen Navarra reanudaron ayer su actividad. En Gasteiz el fabricante alemán lo hizo con algo más de un tercio de la plantilla y en un único turno de los tres que tiene habitualmente la planta, la mayor de la CAV y en la que trabajan unos 5.000 personas. En la primera jornada, la producción rondó el centenar de vehículos, cuando lo habitual es que se lleguen a los 700. No hay que olvidar que estaba previsto que de la fábrica vasca, en la que se produce la Vito, salieran este año 159.000 vehículos, cifra la empresa ha rebajado ahora a 130.000 (-18 %).

En la planta de Volkswagen Navarra en Landaben-Iruña, han regresado al trabajo unos 1.600 de sus 4.800 empleados.

Aunque el sector de automoción empieza a moverse la industria vasca todavía se mueve en medio de una gran incertidumbre por lo que el Gobierno vasco no ha dudado en reunirse con representantes de los diferentes clústeres empresariales de Euskadi para conocer de primera mano sus expectativas y analizar las posibles medidas de apoyo a implantar para intentar paliar en la medida de lo posible los efectos negativos derivados de la crisis del coronavirus.

Pese a que hay empresas y sectores que mantienen una actividad industrial, -más allá de los alimentarios, sanitarios y logísticos-, la situación sigue complicada como se refleja en las mas de 26.000 empresas de la CAV que han tenido que recurrir a Expediente de Regulación de Empleo temporales (ERTE). De hecho la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, señaló ayer que es consciente de la “preocupación” que existe en el mundo empresarial por el impacto de la pandemia.

Tras reconocer que existen algunas “buenas noticias”, como el reinicio de la actividad de la planta de Mercedes Benz Vitoria, la consejera constató que en la mayor parte de las empresas vascas se asiste con temor al riesgo de perder cuota de mercado, frente a compañías de países en los que el impacto de la crisis ha sido inferior y en los que ya existe un mayor nivel de actividad.