El Gobierno vasco estima que la recaudación de este año por la crisis del COVID-19 podría caer alrededor del 20 %, una bajada "muy importante", que supondría ingresar unos 3.000 millones de euros menos.

Así lo ha indicado este viernes el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, en la sesión que celebra la Diputación Permanente del Parlamento Vasco, en la que el lehendakari, Iñigo Urkullu, está exponiendo las actuaciones de su Gobierno para combatir la pandemia.

En octubre de 2019 el Consejo Vasco de Finanzas estimó que en 2020 la recaudación podría llegar a los 15.767,8 millones, es decir 382 millones y un 2,5 % más que en 2019.

Azpiazu también ha anunciado que el Ejecutivo revisará las previsiones que hizo a principios de abril en las que anunció que el PIB vasco se podría contraer un 3,6 % este ejercicio y que se produciría una destrucción de empleo de 17.000 puestos de trabajo, porque esos cálculos van a verse "ampliamente superados" negativamente.

El consejero ha reconocido que todos estos datos van tener un "impacto muy directo" en la recaudación y que el sector público se va a ver "enormemente afectado" por ello.

Ha indicado que de los 3.000 millones de euros que las arcas públicas podrían dejar de ingresar este año, 2.000 millones afectarían directamente al Gobierno vasco.

Y a ello, ha dicho, que hay que sumar el hecho de que han aumentado las necesidades y las prioridades derivadas de la crisis sanitaria en la que se ha tenido que actuar con medidas económicas para hacer frente a la situación.

Así ha citado los 300 millones en ayudas que se ha acordado financiar con cargo a los remanentes para cuestiones de salud, incrementar las ayudas sociales o en gastos educativos, y la línea de crédito de 500 millones para dotar de liquidez a las pequeñas empresas y autónomos.

"Esas medidas eran necesarias y se pusieron en marcha", ha subrayado Azpiazu, quien ha dicho que ahora el Gobierno Vasco está trabajando de manera coordinada con el resto de instituciones para ver cómo va a afectar la caída de la recaudación y qué decisiones adoptar para no tener por ejemplo problemas de impago, con el diseño de un calendario flexible de aportaciones en función de las tesorerías de cada institución.

Sobre cómo se va poder financiar lo que ahora se está haciendo, teniendo en cuenta también la previsión en la caída de la recaudación, Azpiazu ha asegurado que hay que utilizar todos los medios.

Respecto a la revisión de los presupuestos actuales, el consejero ha dicho que el Gobierno vasco está haciendo un "esfuerzo en la reasignación" y "revisión" presupuestaria.

Ha anunciado que la próxima semana analizará con cada departamento para desde la "colaboración, la coordinación y la racionalidad" ver qué partidas e inversiones se pueden abordar ahora o se deben dejar para un futuro en función de las nuevas prioridades, de la situación económica y de la bajada de la recaudación.

También ha explicado que otra vía para hacer frente a esa caída de recursos será el endeudamiento. En este sentido ha indicado que esta crisis va a llevar a un "aumento sustancial" de la deuda con el objetivo de adoptar todas las medidas necesarias para que "nadie que sea vulnerable se quede en una situación de desamparo".

Ha indicado que el límite de deuda establecido para este año era de 830 millones de euros y que el Gobierno vasco ya ha hecho todas las emisiones previstas para contar con la liquidez necesaria. Ha asegurado que "una vez rotas las barreras" por la crisis del COVID-19 será preciso pactar y acordar nuevos límites de deuda.

En este sentido ha recordado que tendrán que variar las exigencias europeas y también habrá que revisar de forma "sustancial" la ley de estabilidad presupuestaria del Estado para poder tener este año el déficit que se necesite para hacer frente a la situación.

Azpiazu ha insistido en que el marco económico es "impreciso" y que no se pueden hacer todavía previsiones "ciertas" porque se desconoce lo que va a determinar Europa y el Gobierno español en relación con la ley de estabilidad presupuestaria.

Sin embargo ha subrayado que el Ejecutivo va a hacer todo lo que esté en su mano dentro de sus competencias para abordar esta crisis. Finalmente ha pedido responsabilidad y colaboración a todos los partidos.