El Museo de Bellas Artes de Bilbao inaugurará este miércoles una exposición en torno a la visión del paisaje español de Aureliano de Beruete (Madrid, 1845-1912) y Darío de Regoyos (Ribadesella, Asturias, 1857-Barcelona, 1913), únicos pintores impresionistas españoles. Integrada por 70 obras, es una selección de las colecciones particulares de los ingenieros José Entrecanales Ibarra (Bilbao, 1899-Madrid, 1990) y Santiago Corral Pérez (Santander, 1907-Madrid, 1989), cuyos herederos han querido hacerles un homenaje conjunto con esta muestra, abierta hasta el 15 de junio.

La exposición, titulada "Beruete, Regoyos y el paisaje", se completa con una selección de obras, también propiedad de ambas familias, de los pintores Agustín Riancho, Francisco Gimeno, Santiago Rusiñol y Joaquín Sorolla, artistas coetáneos de ambos creadores.

El 90% de la selección corresponde a fondos de las dos colecciones privadas, aunque el total de los cuadros expuestos fueron adquiridos en su día por ambos ingenieros entre las décadas de 1940 y 1970, aunque algunos de ellos fueron donados posteriormente a museos e instituciones como el propio Bellas Artes o el Prado, como el paisaje sobre la Ría de Bilbao, de Regoyos, que sirve para abrir el recorrido y que es conservado en el museo bilbaíno.

Además de sus respectivas carreras profesionales como ingenieros, Entrecanales y Corral desarrollaron cada uno por su lado una actividad coleccionista de gran relevancia, gracias a su compartida pasión por la pintura.

En ese sentido, mientras ambos se dedicaban en sus trabajos a "la trasformación de las infraestructuras de un país atrasado, fueron "capaces de interesarse de forma notable a nivel particular por la renovación pictórica que había tenido lugar en España medio siglo antes a través del género moderno por excelencia, el paisaje", tal y como ha señalado durante la presentación de la muestra el director de la pinacoteca bilbaína, Miguel Zugaza.

En la presentación han tomado parte dos de los descendientes de Entrecanales y Corral, sus hijos Juan y María, respectivamente, junto al comisario de la exposición, el jefe del Area de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, Javier Barón.

Zugaza ha destacado en su intervención que el interés de la exposición radica, por una parte, en la excelencia de las obras reunidas tanto por Entrecanales como por Corral a lo largo de los años y, por otra, por "la destacada tenacidad de coleccionismo que demostraron para su tiempo, insólito en aquel periodo en España, por la obra de dos artistas fundamentales en la renovación de la pintura española entre finales del siglo XIX y principios del XX".

DIALOGO Y PASEO

El director del Bellas Artes ha descrito la muestra como "un montaje tan tranquilo como bello en forma de paseo por esta geografía del paisaje español" y proponiendo una especie de "duelo o diálogo entre cuadros y construir un puente entre ambos siglos".En su opinión, ambos artistas trazaron en sus trayectorias pictóricas "caminos paralelos aunque diferentes pero encarnando dos formas de pintura del cambio de siglo por un doble sendero de la modernización del paisaje español que tardó en reconocerse".

De Beruete se exhiben 40 cuadros, sobre todo paisajes rurales del interior de España donde puede rastrearse en su técnica la inspiración en el arte de Beruete del impresionismo y de Velázquez.

En el periodo que comprende la exposición, patrocinada por la Fundación José Entrecanales Ibarra, "el paisaje fue el cauce de modernidad por excelencia de la pintura, que en España se asoció a una nueva visión del país por los artistas del regeneracionismo, conscientes del valor histórico y cultural que implicaba", tal y como ha indicado Barón.

Tanto Zugaza como Barón han destacado que Aureliano de Beruete y Darío de Regoyos fueron "los más radicales y relacionados con las modernas corrientes europeas, pero también quienes vieron en el paisaje una expresión de la riqueza del país aunque desde ángulos opuestos".

Javier Barón ha añadido que ambos lograron dos colecciones particulares hechas "con pasión y tino porque juntaron las de mayor calidad e interés de las que se pintaban en aquella época".

La selección se ha hecho buscando un equilibrio entre los fondos de ambas colecciones y viene a ser, tal y como ha añadido Barón, "el fruto de una aventura coleccionista a través de los itinerarios de estas geografías del paisaje y de la visión transformadora en una época en que se aspiraba a la modernización del país".