BILBAO - El levantamiento del sumario del caso Villarejo cada vez deja más indicios de la posible intervención del expresidente del BBVA, Francisco González (FG), en relación al espionaje realizado por el excomisario de policía a adversarios de FG como la cúpula de Sacyr, empresa que quiso tomar el control del banco en su momento, o de Ausbanc que, supuestamente, pretendía chantajear a la entidad para conseguir ingresos publicitarios. Diversas informaciones señalan que la Fiscalía Anticorrupción le acusa de contratar de forma opaca a Villarejo para el BBVA o las de que su exjefe de seguridad en el banco Julio Corrochano que le atribuye la responsabilidad de la contratación del excomisario de policía.

Por no citar otras revelaciones que aseguran que la empresa de Villarejo prestó otros servicios para BBVA, que beneficiaban directamente al propio FG, ya fuera para garantizar su seguridad durante vacaciones en el extranjero como para aportar información adicional sobre propiedades que el banquero quería adquirir, desde una finca en El Escorial hasta una casa en Marbella. Ante la proliferación de indicios acusadores, Francisco González, -tras señalar que no conocía a Villarejo de nada, un hecho que tras trabajar el expolicía más de una década para el BBVA en temas tan delicados y conocido el control de FG de todo lo que le podía afectar a su puesto en el sillón presidencial, es difícil de creer-, se mostró indignado "por la intolerable agresión que sufre".

Según Francisco González el escrito de la Fiscalía Anticorrupción "se basa en simples indicios e incluso meras conjeturas, así como en opiniones y declaraciones de terceros, que están en una posición de defender su propia situación personal". González viene a decir que no hay pruebas en su contra pero los indicios se suceden pues ayer el exdirectivo del BBVA y expresidente de Distrito Castellana Norte (CDN) Antonio Béjar reconoció en su declaración judicial ante el juez del caso Tándem en la Audiencia Nacional que el expresidente del BBVA, Francisco González, le dijo personalmente, durante un encuentro en su despacho, que debían contratar para un tema de investigación a impagados con la empresa que indicara el jefe de seguridad del banco, Julio Corrochano, que resultó ser Cenyt, la agencia de detectives del comisario jubilado en prisión José Manuel Villarejo.

Así consta en la grabación de la declaración judicial que obra en el sumario de la pieza 9 de Tándem, que investiga los contratos entre Villarejo y el banco y a la que ha tenido acceso Europa Press.

La contratación de Cenyt se realizó después de que el banco no obtuviera resultados con otra agencia diferente, Kroll, que fue fichada a través del despacho británico Simons&Simons a propuesta de José Ignacio Goirigolzarri.

Béjar, que ejercía de responsable de recuperación de créditos de BBVA, señaló que en 2009 González le dijo: "Esa firma (Kroll) no sirve, vais a trabajar con una empresa que va a contratar Julio Corrochano".

Béjar dejó claro que le parece increíble que Cenyt trabajase durante 13 años con el banco sin que la auditoría interna hiciese nunca un informe al respecto.