BILBAO - La guerra comercial y arancelaria impulsada por la administración del presidente Donald Trump en Estados Unidos contra China ha tenido efectos negativos en la mayor fábrica del mundo, así como en sus socios comerciales como Euskadi.

La economía china solo creció un 6,1% en 2019, la tasa más baja en casi 30 años pues el Producto Interior Bruto alcanzó en 2019 un volumen de 99,08 billones de yuanes (13 billones de euros), lo que representa un crecimiento anual del citado 6,1% para la segunda mayor economía mundial, frente al 6,6% de 2018, registrando así su ritmo de expansión más débil desde 1990, aunque en línea con el objetivo previsto por Pekín, que esperaba un aumento de la actividad de entre el 6% y el 6,5%, según los datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadística de China.

Esta ralentización del crecimiento económico ha tenido incidencia en Europa, principalmente en Alemania, pero el País Vasco tampoco es inmune ya que, según datos del Eustat a octubre del pasado año, China era el undécimo destino de las exportaciones vascas con un importe de 405 millones de euros, y el tercer país de origen de las importaciones.

Pese a que Euskadi es un país exportador y con superávit comercial, en el caso concreto del país asiático importa mucho más que los que exporta a Pekín con el resultado que la tasa de cobertura vasca es negativa con sólo un 34,8%, o sea que las ventas vascas al gigante asiático apenas cubren algo más de un tercio de lo que se importa, según Europa Press.

Las autoridades chinas indicaron que "la economía nacional ha mantenido en 2019 un impulso general estable de progreso". Fuentes de la oficina estadística de Pekín reconocieron que "sin embargo, también debemos ser conscientes de que el crecimiento económico y comercial mundial se está desacelerando", advirtió el organismo, para el que las fuentes de inestabilidad y los riesgos "están aumentando".

"La economía se enfrenta a una creciente presión a la baja", reconoció la oficina estadística china en referencia a los problemas estructurales, sistemáticos y cíclicos de China.

El sector primario de la economía china experimentó en 2019 un crecimiento anual del 3,1%, cuatro décimas menos que el año anterior, hasta los 7 billones de yuanes (916.407 millones de euros), mientras el sector industrial moderó una décima su expansión, hasta el 5,7%, con 38,6 billones de yuanes (5,06 billones de euros), y el sector servicios se creció un 6,9%, siete décimas menos que en 2018, hasta 53,42 billones de yuanes (7 billones de euros). - DEIA