BILBAO - La lucha contra el cambio climático y a favor de la descarbonización de la generación eléctrica ha puesto contra las cuerdas a las tradicionales centrales térmicas de carbón y fuel. En el caso de las primeras, la compañía eléctrica vasca Iberdrola, uno de los líderes mundiales en la apuesta por las energías renovables, ha decidido poner punto y final a la generación de electricidad mediante la combustión de carbón pese a que en el Estado todavía el 14% de la luz tiene dicho origen.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, confirmó que la compañía cerrará sus dos últimas centrales de carbón en el mundo, situadas en el norte de España, y las sustituirá por plantas de energía eólica y solar de última generación.

En concreto, Iberdrola ha propuesto al Ministerio de Energía español el cierre de las plantas de Lada (Asturias) y Velilla (Castilla y León), construyendo en su lugar 420 megavatios eólicos y fotovoltaicos en el área de Velilla, y cuatro parques eólicos en el asturiano de Lada, que sumarían unos 130 MW.

El máximo responsable de la compañía eléctrica sigue con la hoja de ruta renovable marcada ajena al ruido mediático de la relación de la compañía con la empresa Cenyt, del excomisario de policía Villarejo, y afirma que “para nosotros la transición energética empezó hace 20 años, no es una cosa de ahora. Nos tomamos en serio el Protocolo de Kioto y empezamos a hacer todas las cosas necesarias para esa transición sea justa con que aquellas personas que se pudieran ver afectadas”. Galán aprovechó el marco de la cumbre del clima COP25 en Madrid para confirmar el cierre de las centrales de carbón.

Sin despidos La clausura de las dos centrales de Lada y Velilla no afectará al empleo ya que, en principio, la compañía eléctrica Iberdrola se ha comprometido a recolocar al 100% de la plantilla, -90 trabajadores en Asturias y 80, en Castilla-, que se destinará a las labores de desmantelamiento de ambas plantas, un proceso, que según las estimaciones, se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Transición Ecológica, como en otras instalaciones renovables de la empresa.

Galán recordó en relación al proceso de descarbonización de la compañía, según Europa Press, que “hemos estado creando miles de puestos de trabajo de personas que están trabajando en tecnologías de futuro al mismo tiempo que íbamos cerrando nuestras plantas”.

Fuentes de la compañía eléctrica vasca señalaron que Iberdrola habrá cerrado en un periodo de 15 años un total de 17 centrales térmicas de carbón y fuel oil en distintos países, “y no ha habido ni un solo problema social ni sindical”, según el presidente de la compañía.

En este proceso de transición energética en el que está embarcado Iberdrola ha invertido en el caso del Estado español más de 25.000 millones de euros, destinados fundamentalmente al despliegue de las energías limpias, al desarrollo de tecnologías de almacenamiento y a propiciar una red de distribución eléctrica más fuerte e inteligente con el objetivo de integrar más energías renovables, caracterizadas por su variabilidad con los problemas que ello supone, y más recursos distribuidos. Estas inversiones han generado más de 80.000 empleos en el Estado, según las citadas fuentes de Iberdrola.

La compañía que tiene el verde como color corporativo y que se ha convertido en uno de los líderes mundiales en la operatividad de parques eólicos considera, según afirma Ignacio Galán, que esta transición energética “es un tema de todos” al mismo tiempo que se felicitó de que “ahora todo el mundo” quiera apostar por las energías verdes.

“Me alegra muchísimo que de repente todo el mundo se quiere transformar en verde. Estoy encantado porque ha sido mi lucha de más de 20 años, intentar que este planeta sea más verde y que dejemos el mejor planeta a las futuras generaciones”.

Con el cierre de estas dos últimas centrales, Iberdrola va completando el proceso de clausura de todas sus centrales de carbón en el mundo, fuente de energía que representa, actualmente, solo el 1,8% de la capacidad total de generación del grupo, que asciende a 48.062 megavatios (MW), y el 1,5% de la producción eléctrica de la compañía en los nueve primeros meses del año en curso: 1.596 GWh vs. 102.494 GWh.

Más renovables y gas En contraste, y como reflejo de su apuesta por las energías limpias, el grupo Iberdrola dispone en la actualidad de 28.778 MW de capacidad operativa a través de fuentes renovables de producción de electricidad, fundamentalmente eólica, tanto terrestre como marina (15.902 MW), e hidroeléctrica (12.756 MW).

Iberdrola que ya ha cerrado en Euskadi las térmicas de Pasaia y Santurtzi, esta última transformada en un ciclo combinado de gas puede prescindir del carbón en su mix pero el Estado español todavía no.

Según los datos de REE el pasado año las centrales de carbón proporcionaron el 14,1% de la electricidad producida en España, la tercera tecnología generadora de energía tras las centrales nucleares que aportaron el 21,5% de la electricidad y los parques de aerogeneradores eólicos, con el 19,8%, pero por delante de la hidráulica, la cogeneración, los ciclos combinados de gas natural y las diferentes tecnologías solares.