BILBAO- Una de las plantas de generación eléctrica más modernas de Euskadi, la central de ciclo combinado a gas de Bizkaia Energía sita en Boroa-Amorebieta, ha cambiado de manos una vez más tras ser vendida por su actual propietario, la compañía estadounidense Arclight Capital Partners LCC, a un consorcio formado por el fondo de inversión suizo White Summit Capital y la comercial estadounidense Castleton Commodities International (CCI), la antigua Louis Dreyfuss Highbridge.
La central térmica de Boroa cuenta con una potencia de 786 Megavatios y genera electricidad gracias a dos turbinas Alstom de gas natural, combustible que es proporcionado por Shell hasta agosto de 2020. La planta entró en funcionamiento en 2005 de la mano de la irlandesa ESB tras una inversión de 520 millones de euros.
Los nuevos propietarios consideran que la central vasca, que cuenta con unos 45 trabajadores en plantilla, es una de las plantas de generación eléctrica de gas “más eficientes” de la Península Ibérica.
El director ejecutivo de CCI, Arie Pilo, justificó la adquisición de la planta en base a la estrategia de la compañía de incrementar su presencia en los mercados energéticos europeos, al tiempo que marca su entrada en el hub Ibérico, “un mercado en rápida evolución al que vemos un enorme potencial”. Pilo indicó que “estamos impresionados del mercado y los fundamentos económicos de Euskadi y del entorno favorable a la inversión con el que cuenta”.
Por su parte, Pablo Pallás, socio de White Summit Capital, fondo de inversión que es accionista de Nortegás, resaltó la “satisfactoria alianza con CCI en su política de colaboración con instituciones de talla mundial”. “Este acuerdo demuestra nuestro compromiso de continuar canalizando inversiones extranjeras directas que contribuyan a la transición energética en España”.
El todavía propietario, ya que la operación no se materializará hasta dentro de unos meses, Arclight Capital, puso en venta antes de verano la central de Boroa, un activo que no es fácil de materializar dado que las centrales de gas en el Estado tienen un coeficiente de utilización muy bajo, de apenas un 13%, lo que significa que no estarían generando electricidad a plena potencia más de 45 días al año. De hecho en 2018, la generación eléctrica aportada por los ciclos combinados se redujo a un 10,7% del total frente al 13,6% del año precedente.
La ventaja es que cuando están operativas la electricidad generada se vende a uno de los precios más altos de Europa y además tienen margen de crecimiento porque las centrales térmicas de carbón, en vía de cierre progresivo, todavía aportan el 14,1% de la electricidad generada en España, un porcentaje que no es fácil de sustituir a corto plazo por las renovables.
Como se recordará, la central fue impulsada y puesta en marcha en 2005 por la irlandesa ESB que vendió un 50% a la japonesa Osaka Gas. En 2014 ambos socios enajenaron la planta a Arclight que la ha transferido a CCI y White Summit.