Bilbao - La Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) trasladó ayer a los sindicatos una nueva propuesta para intentar alcanzar un acuerdo sobre el convenio y desactivar la huelga de cinco días prevista en la industria de Bizkaia para la semana que viene. La patronal mueve ficha en varios aspectos de la negociación, en especial al abrir el melón de la subrogación, es decir, del mantenimiento del empleo en caso de cambio de contrata, aunque eso sí, limita esta posibilidad al ámbito público. Los sindicatos ven todavía insuficiente la propuesta empresarial y de momento mantienen los paros, aunque coinciden en que el clima de la negociación ha mejorado y darán otra oportunidad al diálogo mañana miércoles.

“Han traído el melón y le han hincado el cuchillo, pero nos hemos quedado con las ganas de probarlo”. Así ilustraba uno de los portavoces sindicales lo ocurrido ayer en relación al asunto de la subrogación del empleo en las empresas subcontratadas, una de las demandas estrella de la parte social. Es la primera vez que la patronal acepta abordar esta cuestión, lo que ha insuflado aire al diálogo, aunque la fórmula planteada por los empresarios queda limitada a aquellas contratas del metal que trabajen para la administración.

“Para las empresas es una materia muy difícil de gestionar. Nos ha costado, pero hemos hecho un esfuerzo por llevar esto a la mesa. Esperamos que los sindicatos lo valoren”, analizaba ayer a este periódico Adolfo Rey, número dos de la FVEM, quien hacía un llamamiento a las centrales a que “demuestren ganas de negociar y desconvoquen la huelga”. “Ahora les toca a ellos. No tiene sentido buscar un acuerdo con cinco días de huelga a la vuelta de la esquina”, reclama Rey.

El otro gran cambio en la propuesta empresarial concierne a salarios, en concreto con una mejora de las garantías para los trabajadores que están por encima de tablas, si bien los sindicatos están estudiando este punto para valorar el alcance del movimiento de la FVEM.

Hay que recordar que el convenio del metal de Bizkaia lleva sin renovarse desde 2011, por lo que resulta complejo encajar una actualización de tablas con las necesidades reales de los trabajadores a día de hoy. Además, la patronal ha puesto en la mesa nuevos textos referidos a los planes de igualdad de género y para mejorar la seguridad laboral.

“El escenario va cambiando” Ninguno de los cuatro sindicatos presentes en la mesa negociadora -ELA, LAB, CC.OO. y UGT- quisieron lanzar ayer un mensaje optimista, aunque a falta de un análisis más preciso coincidieron en valorar que la patronal haya hablado por primera vez de subrogación. “El escenario va cambiando. La patronal empieza a hablar de cosas que antes negaba, aunque sea en términos muy alejados a los nuestros”, señalaba Luis Mouliaa, de CC.OO. “Durante más de un año en las reuniones con la FVEM no pasábamos de lanzarnos reproches. Ahora parece que por fin la patronal está dispuesta a avanzar por la presión y la movilización social”, añade el responsable de Comisiones recordando la manifestación realizada el pasado sábado junto a pensionistas y colectivos sociales.

También desde UGT se valora que la patronal “se ha movido algo” aunque consideran que “es difícil” a día de hoy que pueda alcanzarse un punto de entendimiento antes del lunes 30, primera de las cinco jornadas de huelga previstas. “Es que la subrogación solo para el sector público es algo muy limitado. Este no es un sector como la construcción, en el que se contrata más desde la administración. Tendremos que estudiarlo bien”, señala Joserra Manso, de UGT, que observa aun diferencias importantes también en el tema de la flexibilidad.

También ELA y LAB comparten que la plataforma de la patronal está alejada de sus pretensiones, y subrayan que las cinco jornadas de huelga siguen en pie. Aunque en este conflicto las cuatro centrales van en bloque, es natural que cada organización haga su propia lectura de la situación y plantee su enfoque sobre los pasos a seguir. Eso sí, una vez CC.OO. y UGT han dejado claro que no renovarán el metal vizcaino en minoría -como hicieron en el último acuerdo 2008-2011-, será necesario el apoyo de ELA o de LAB a un hipotético pacto.

Patronal y sindicatos se reunirán otra vez mañana para comprobar hasta qué punto puede producirse un acercamiento en las pocas jornadas que quedan antes de que arranque una nueva semana de huelga.