bilbao - Patronal y sindicatos del Metal de Bizkaia celebraron ayer una nueva reunión para negociar el convenio, que como se esperaba terminó sin acuerdo. Aun así, las dos partes se despidieron con el compromiso de volverse a reunir el próximo lunes día 23, a una semana para que arranque la huelga prevista entre el 30 de este mes y el 4 de octubre. Será con toda probabilidad la última oportunidad de evitar el conflicto, algo que a día de hoy se antoja muy complicado. Solo si la patronal acepta entrar al debate de la temporalidad, la flexibilidad y, en especial, la subrogación de las plantillas de contratas -el mantenimiento del empleo si se asigna el servicio a otra empresa- podría avanzarse hacia un clima de entendimiento.

ELA, LAB, CC.OO. y UGT coincidieron en que ayer no se produjeron avances, y censuraron la posición de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM), que acudió a la cita “con las manos vacías” y sin ofrecer “ningún movimiento”. Hay que recordar que en la reunión anterior fue la patronal la que llevó un nuevo documento, que ya fue rechazado por la parte sindical en rueda de prensa. Los sindicatos valoraron la mejoría en el apartado salarial, pero siguen demandando un compromiso empresarial para reducir la flexibilidad, la temporalidad -limitando el papel de las ETT- y, sobre todo, para asegurar la continuidad en el mismo puesto de los trabajadores subcontratados en caso de que la fábrica principal recurra a otra empresa para realizar ese servicio.

Esta cuestión, la subrogación, puede ser la clave que aporte cierto grado de conciliación al proceso, si es que las empresas finalmente aceptan abrir ese melón. Es el caballo de batalla del bloque sindical, dada la situación de incertidumbre que viven los trabajadores que están fuera de las grandes fábricas, y ponen como ejemplo las cláusulas de otros convenios del Metal como el cántabro, que recogen garantías para el personal subcontratado. Para los empresarios este es un asunto muy delicado al que por ahora no han querido entrar. Es sintomático, a pesar de las críticas sindicales de ayer, que ambas partes aceptaran reunirse de nuevo el próximo lunes, lo que indica que hay cierto interés en apuras las vías de acuerdo.

Los contactos están abiertos, aunque las partes siguen distantes. Habrá que ver hasta qué punto hay margen para incluir en convenio fórmulas concretas que gusten a ambos lados para abordar los tres puntos de mayor fricción -la temporalidad, la flexibilidad y la subrogación-, aunque lo más probable es que la convocatoria de una semana de huelga se mantenga. Los cuatro grandes sindicatos junto a CNT, USO, ESK y CGT llaman este sábado a los 50.000 metalúrgicos vizcainos a una manifestación en Bilbao junto a colectivos sociales para calentar la semana de paros prevista a partir del día 30.