Bilbao - El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, lamentó ayer la falta de relaciones con el Gobierno de Iñigo Urkullu, que “ni siquiera abre la puerta al sindicato para escucharle”. El navarro asegura que, en estos momentos, para ELA “es más fácil y tiene más interlocución con la Generalitat que con el Gobierno vasco”.

Además, Lakuntza afirmó que Confebask pretende que la precariedad “forme parte del paisaje de este país” y es un “elemento estratégico para la patronal vasca” que el sindicato va a “combatir”. En este sentido, advirtió de que “no es posible hacer frente a la precariedad sin el instrumento de la huelga”.

Lakuntza hizo ayer un análisis de la situación del mercado laboral vasco en el que, por un lado, hay una parte de la clase trabajadora que está tomando conciencia de que el actual ciclo económico no tiene un reflejo en la mejora de sus condiciones, mientras que la patronal sigue funcionando como si se estuviese “en plena crisis” con una posición de “total cerrazón” a aceptar “mejoras elementales”, indicó.

El dirigente de ELA asegura que lo que quiere la patronal es que “la precariedad forme parte del paisaje de este país” y “no va a renunciar a nada porque no quiere ningún tipo de equilibrio”. “Quiere que nos habituemos a vivir con la precariedad como si fuera una condición meteorológica de este país”.

Lakuntza afirmó en ese sentido que la reforma laboral ha supuesto “trabajar en peores condiciones” y subrayó que Confebask no habla sobre la “estatalización” que se está dando como consecuencia de la reforma porque “les beneficia” ya que “precarizan las condiciones laborales”.

En este contexto, Lakuntza dijo que hay un sindicalismo “mayoritario que tiene una vocación muy clara de luchar contra la precariedad” y defiende un modelo de contrapoder. “ELA contribuye a que la precariedad sea visible y eso molesta a la gente”, explicó.

Lakuntza valoró positivamente el aumento de las huelgas y dijo que “la conflictividad se está instalando porque no es posible hacer frente a la precariedad sin el instrumento de la huelga”. “Los incrementos salariales aquí se están dando en base a que la gente se organiza y en este caso está acudiendo a la huelga”, apuntó.

Lakuntza considera que ha habido una “línea de continuidad muy clara” en el sindicato tras su nombramiento como secretario general, en sustitución de Adolfo Txiki Muñoz, y asegura que “una persona no cambia el proyecto” y que simplemente le toca “dar voz” al conjunto de la organización.

Relación con Lakua

El navarro mostró su preocupación por las políticas públicas en la CAV y, por ello, “el sindicato juega también a hacer oposición a este Gobierno”. En esa línea, dijo que las críticas “más vehementes” del lehendakari son contra ELA y no cree que sea “casualidad”. A su juicio, el Gobierno vasco está “muy mal acostumbrado a tener poca oposición”. “Y el sindicato no se calla”, dijo.

Lakuntza apuntó que fue Urkullu el que hace dos años “marcó el suspenso de las relaciones” con el sindicato. “Para ELA es más fácil y tiene más en interlocución con la Generalitat que con el Gobierno vasco”. Y explicó que en julio mantuvieron un encuentro con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y hay “cierta incredulidad” cuando se explica que a un sindicato con más del 41% de representación “ni siquiera se le abre la puerta para escucharle”. “Es un tema grave que denota un cierto autoritarismo”, añadió. - E. P.