BILBAO - La empresa siderúrgica vasca Tubacex ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio de solo cinco millones de euros, lo que supone un notable descenso del 25,3% en relación a las ganancias obtenidas en idéntico periodo del pasado 2018. Pese a que el precio del barril del petróleo Brent ha repuntado en el primer semestre hasta los 66,55 dólares, un 23,7% por encima del cierre de 2018, con el efecto positivo sobre la demanda de tubos de acero inoxidable sin soldadura, las ventas de Tubacex, la compañía que dirige Jesús Esmorís, han caído más del 10,3% hasta situarse en 323,5 millones de euros.

La empresa mantiene una deuda financiera neta de 268,5 millones de euros, lo que supone 4 veces el Ebitda o resultado bruto que se ha reducido en el primer semestre un 6,4% en comparación con idéntico periodo del ejercicio precedente hasta situarse en 33,3 millones de euros.

Pese al recorte en ventas, Ebitda y beneficios, fuentes de Tubacex destacaron ayer al comunicar los resultados a la CNMV que, tras más de cuatro años de crisis en el sector energético, se está consolidando la recuperación del mercado “de forma general y progresiva”. Los responsables de Tubacex basan su optimismo de cara a los próximos ejercicios en el aumento registrado en su cartera de pedidos.

Esta mayor entrada de pedidos ha permitido a la empresa participada por el Grupo Aristrain en un 11% mejorar su valor en Bolsa hasta los 2,85 euros por acción con que cerró ayer con lo que la compañía vale en Bolsa unos 380 millones de euros todavía por debajo de los 445 millones de 2017.

En todo caso, la compañía alavesa destacó ayer al transmitir sus resultados que esta recuperación del mercado al que se dirigen sus productos, el de la energía, está permitiendo mejorar los ratios de apalancamiento operativo de todas las unidades de negocio y, por tanto, los márgenes consolidados. - DEIA