bermeo - El pesquero bermeano Goienkale descargó ayer los primeros bonitos de la temporada en el puerto de Avilés. La embarcación patroneada por Enrique Zabaleta comercializó un total de 2.955 kilos de atún blanco-bonito del norte capturados en el corazón del Océano Atlántico, al nordeste de las islas Azores. Otros dos barcos, el Berriz Amatxo y el Esmeralda Tercero, ambos con base en Asturias, acompañaron al pesquero bermeano en la primera expedición a la pesca de bonito y sus capturas alcanzaron un peso en lonja de 1.915 kg y 1.874 kg respectivamente.

Una partida de 112 kilos compuesta por trece ejemplares de bonito grande, de más de siete kilos por unidad, fue adquirida a un precio récord de 330,60 euro el kilogramo por una conocida empresa de supermercados con sede en Asturias, la misma que el año pasado pujó hasta 300 euros por lo que en el Principado se conoce como el Campanu o primer bonito de la temporada. Cada uno de estos ejemplares alcanzó un valor de unos 2.845 euros en la primera subasta de la campaña.

La práctica totalidad de los 7.000 kilos de bonito descargados ayer en Avilés correspondieron a ejemplares medianos con un peso de unos 5 kilos, algo habitual en las primeras descargas de bonito de la temporada. La cotización media de este pescado se situó en torno a los 14 euros en tanto que una pequeña partida de bonito pequeño, por debajo de cuatro kilos por ejemplar, se comercializó a unos 7,5 euros.

El Goienkale zarpó del puerto de Bermeo el pasado 13 de mayo y ha completado una marea de 16 días hasta arribar al puerto de Avilés con las primeras capturas de bonito de la temporada. “Hemos invertido más tiempo en la ruta de ida y vuelta que faenando propiamente”, aseguró el patrón del pesquero bermeano. Y es que la zona donde realizaron sus capturas se sitúa a unas 170 millas náuticas al nordeste de las Islas Azores, a 600 millas de Finisterre y a unas 900 millas del cabo Matxitxako.

El grueso de la flota vasca que faena a la pesca de bonito mediante el empleo del sistema conocido como curricán o cacea ha zarpado ya hacia el Atlántico. No obstante, parece que el ritmo de capturas ha descendido notablemente durante las últimas jornadas. “Volveremos a salir a la mar el sábado. Las noticias que llegan desde la zona de pesca no son alentadoras. De todas formas en la mar no se puede aventurar nada porque la situación cambia de la noche a la mañana”, sentenció Enrique Zabaleta.

Por su parte, la campaña de anchoa está a punto de finalizar y no cabe descartar que el Ministerio de Pesca decrete en las próximas horas el cierre precautorio de la pesquería por agotamiento de cuota. Las posibilidades de pesca de la flota de cerco del Cantábrico se sitúan en 20.700 toneladas para el primer semestre del año y antes del inicio de la semana el volumen de capturas superaba las 19.500 toneladas.