BILBAO - El fondo británico Zegona todavía no es el primer accionista del grupo Euskaltel como es su pretensión. Ayer no se presentó en la junta de accionistas del operador vasco de telefonía y dejó en el aire la incógnita sobre a cuánto asciende su participación en el capital social de la compañía vasca. Ante la falta de nuevas expectativas sobre el intento de asalto, la acción bajó ayer en Bolsa casi un 3% hasta los 8 euros por título.

La inasistencia de la representación británica propició que la junta general de accionistas de Euskaltel, que se celebró en la sede del grupo en la localidad vizcaina de Derio, transcurriese sin ninguna noticia digna de mención más allá de la aprobación de los números de 2018, positivos por otra parte, con un beneficio de 63 millones de euros, un 26,6% más.

Ni un solo accionista optó por intervenir en la asamblea indiferentes, al menos en público, a la situación en la que se encuentra la operadora vasca, y que puede determinar su futuro inmediato.

Fuentes de la compañía consideran que con la política anunciada de Zegona de comprar acciones poco a poco para evitar una revalorización brusca de los títulos que les encarezca la operación, la situación se mantendrá sin grandes novedades en los próximos dos meses, un periodo en el que el actual equipo directivo encabezado por el consejero delegado Francisco Arteche seguirá aplicando su plan estratégico 2018-2022 que contempla crecer en los mercados limítrofes a los de su actual zona de influencia de País Vasco, Asturias y Galicia.

Como se recordará, Kutxabank se mantiene como primer accionista de la compañía con el 19,88%, seguido de Zegona, con el 15%, aunque la firma británica tiene los derechos de voto de casi el 16,4% del capital tras cerrar acuerdos con otros inversores. El fondo formado por exdirectivos de Virgin anunció una opa parcial el pasado octubre para elevar su participación en Euskaltel hasta el 29,9% y tomar el control de la gestión de la compañía vasca con la finalidad de expandirse rápidamente por todo el Estado para poner en valor su participación y venderla con la mayor plusvalía posible.

Sin embargo, Zegona fracasó en la ampliación de capital necesaria para respaldar la opa, por lo que la retiró y la sustituyó por una estrategia de compra de acciones en el mercado, para la que el pasado febrero aprobó una ampliación de capital por 100 millones de libras, junto con dos préstamos por otros 33 millones. El grupo señaló que espera usar al menos 124,5 millones de libras -141 millones de euros- para comprar acciones de Euskaltel, hasta un 12,5% adicional.

La junta de Euskaltel aprobó todos los puntos del orden del día, con la ausencia del consejero en representación de Zegona, Robert W. Samuelson, incluidas las cuentas de 2018, con un apoyo medio superior al 90%. Sin embargo, la asistencia a la junta, sumando accionistas presentes y representados, se redujo de forma notable previsiblemente por no haber concurrido Zegona con sus acciones. De hecho, el quorum de la junta anterior, correspondiente al ejercicio 2017, se elevó al 83%, mientras que en la celebrada en el día de ayer alcanzó sólo el 68,7%, es decir, 14,3 puntos menos.

El presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin, recordó que los logros conseguidos son fruto, entre otros aspectos, “de la confianza de los accionistas” en Euskaltel.