gasteiz - Parece la solución perfecta a un problema demasiado recurrente en el escenario industrial vasco. De una parte, la clásica compañía de bandera que por dimensión es incapaz de acometer proyectos de nicho en un relativo corto espacio de tiempo. Y de otro, el agente contrario. Una pyme de altísima capacidad tecnológica con hambre de crecimiento a la que, sin embargo, la falta de músculo financiero y la experiencia para escalar sus desarrollos y prototipos le impiden visibilizar su verdadero potencial.

Pues bien, para tratar de conformar un escenario donde ambas partes resulten beneficiadas, Euskadi alumbró hace tres años una aceleradora público-privada de startups liderada por el Gobierno vasco, el Grupo SPRI y 40 compañías tractoras de la CAV que articulan mecanismos de colaboración en proyectos basados en las nuevas tecnologías de la Industria 4.0. Bautizado como BIND, el revolucionario programa no ha parado de crecer en este tiempo, donde se han multiplicado de forma exponencial tanto el número de candidaturas y empresas tractoras involucradas en el proyecto como el origen de las mismas, quedando de manifiesto en este sentido el interés internacional que la propuesta ha despertado en países de América, Asia, África u Oceanía.

Con la tercera edición ya en marcha -pymes y grandes compañías desarrollarán sus respectivos proyectos hasta el mes de julio-, finalmente han sido 40 las empresas tractoras que han evaluado a las 524 candidaturas iniciales procedentes de 64 países y de las que solo 32 startups y casi medio centenar de proyectos basados en las nuevas tecnologías de la Industria 4.0 han resultado elegidos y 19 tienen su origen en Euskadi. Dos de ellas, las alavesas Jakin Code y Veltium, explican a este diario algunas de las claves del programa.

Mikel Díaz de Arcaya y Diego Gil, fundadores de Jakin, debutan en BIND con una carta de presentación basada en la seguridad cibernética de las grandes empresas. Un proyecto que, de manera sorprendente, ha convencido no solo a una de compañías tractora, sino a tres: CIE Automotive, Euskaltel y Grupo Elecnor, con los que ya está trabajando en el desarrollo de sendas auditorías tecnológicas e industriales para conocer el estado de su seguridad interna ante un hipotético ataque informático.

“Somos un poco como el médico; analizamos el estado del paciente, vemos sus fortalezas y carencias y tratamos de ponerle remedio implementándole medicinas propias, es decir, herramientas y programas de software creados por nuestro equipo que se adecuan a las necesidades de cada empresa. Es un trabajo a la carta realmente minucioso”, reconocen sus fundadores. Jakin Code vio la luz en 2014 en el seno de BIC Araba como un proyecto fin de carrera, si bien no fue hasta dos años después cuando se dio de alta en el IAE y comenzó a facturar sus primeros trabajos. Desde entonces, su modelo de negocio no ha variado. El foco continúa estando en el campo de la ciberseguridad y sus clientes siguen presentando un marcado perfil industrial. “También trabajamos para pymes inmersas en un nicho de mercado muy crítico (bases de datos confidenciales, infraestructuras críticas, ámbito sanitario...) pero el grueso son grandes compañías”, explica Díaz de Arcaya, que enumera a modo de ejemplo a firmas como Siemens-Gamesa, Irizar o la Autoridad Portuaria de Bilbao.

De la relación que a partir de ahora inicia con sus tres nuevos socios, esta firma alavesa confía en potenciar su imagen, consolidarse como referente en un sector tan disruptivo y establecer una relación profesional con estos nuevos clientes más allá de los seis meses que dura el desarrollo del programa de aceleración. En este tiempo abordará los principales riesgos industriales a los que se expone una compañía industrial (paralización de la producción, cifrado de las máquinas o fraude al CEO) e implementará después herramientas con sello 100% Jakin Code para analizar las vulnerabilidades presentes en los sistemas de sus clientes y resolverlas asegurando la seguridad de la información en su organización.

Por su parte, Veltium, surgida en 2016 y con actividad a camino entre Madrid y Araba, está especializada en el desarrollo, fabricación y comercialización de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, de fácil instalación y muy intuitiva. “Hemos desarrollado un sistema con la última tecnología diseñado para gestionar de forma óptima la carga de vehículos eléctricos reduciendo los costes de consumo de electricidad y permitiéndote sacar el máximo partido a tu coche en cada momento”, explica su director gerente, el ingeniero de telecomunicaciones Alberto Delgado.

En su puesta de largo en BIND, esta firma aportará su talento a Iberdrola, a la que tratará de integrar en los próximos meses su particular solución en materia de movilidad sostenible. “Se trata de una interfaz -explica Delgado- que permite manejar y controlar desde un móvil todo el proceso de recarga del vehículo, que en nuestro caso ofrece las máximas funciones posibles en una sola aplicación. Es un producto muy completo y sobre todo competitivo que ahora vamos a integrar bajo la bandera de Iberdrola”. Al igual que sus colegas de Jakin Code, los socios de Veltium confían en poder sacar provecho de la alargada sombra de este gigante energético, no ya solo en términos de imagen y marca, sino sobre todo de negocio y convertirse en un “socio de referencia” de la eléctrica vasca: “El futuro será eléctrico sí o sí, de modo que tomémonoslo con calma y sigamos caminando”.