BILBAO- Aludium es la nueva compañía fabricante de productos de aluminio creada en 2015 a partir de los activos industriales de las plantas de la empresa Alcoa en Amorebieta, Alicante y la francesa de Castelsarrasin, tras su adquisición hace dos años por el inversor estadounidense Atlas Holdings y algunos directivos de las fábricas del Estado español a la multinacional Alcoa Inc. Su máximo responsable, Manuel Ruano, explica, a punto de finalizar su primer año completo separado de su antigua matriz, como ha ido el proceso. La planta de Amorebieta, con 500 trabajadores, cerrará el año con beneficios, aumento de producción y un plan inversor para mejorar las instalaciones.
¿Cómo está la situación en el mercado del aluminio y cómo está evolucionando Aludium?
-Este es un mercado de productos commodity, con márgenes pequeños y crecimientos nada espectaculares. El mercado crece cerca del 1,5% y la parte positiva es que estamos logrando crecer claramente por encima de la media. Elaboramos productos para una amplia gama de aplicaciones: desde la construcción al automóvil pasando por los envases y la iluminación. Esta gama diversificada y en nichos especializados es una de las fortalezas de Aludium, con un saber hacer notable desde hace 60 años. En el primer semestre hemos aumentado la producción un 19,8%. Ya en el primer año 2015 pese a tener que combinar el día a día con la separación de Alcoa crecimos un 8% . El pasado año la facturación alcanzó los 482 millones, un 14% más, y este vamos a crecer.
Están superando de forma positiva la separación de una gran multinacional.
-Este año hemos concluido con éxito un proceso de desconexión que es complejo porque incluye desde sistemas informáticos, financieros, logística, proveedores. Y todo ello, con una primera fase complicada, que logramos resolver bien, pues había que dar confianza a los clientes de que vas a seguir abasteciéndoles en tiempo y forma con productos de calidad.
¿Cuál es el papel de la planta vasca de Amorebieta en Aludium?
-Aludium tiene su sede aquí en el País Vasco. Y la planta de Amorebieta es clave porque es donde está la fundición y el centro de laminación en caliente desde donde se abastece a las otras instalaciones. El laminador en caliente suministra las bobinas de aluminio que se laminan en frío en Alicante o en brillo en Francia.
¿Aludium contempla inversiones?
-Sí. Una de las primeras inversiones es el aumento de la capacidad de fundición de Amorebieta. Hemos instalado un horno rotativo que está ya en fase de pruebas que nos permite aprovechar chatarra que ha sido pintada o tratada. Como esta chatarra es más barata que la chatarra pura de aluminio, esta inversión nos permite aumentar nuestra capacidad productiva y abaratar costes. Con la nueva tecnología del horno podemos reciclar aluminio lacado, latas y escorias de aluminio que hasta hora se desechaban. Con esta inversión aumentamos la capacidad de la planta en 15.000 toneladas anuales. Queremos aumentar la capacidad de fundición en Amorebieta y aumentar la producción de la laminación en caliente a 280.000 toneladas anuales.
¿Cuáles han sido los objetivos que se han marcado en estos primeros meses al frente de la compañía?
-El primer objetivo era ser independientes. Entre 2015 y este año hemos hecho la separación de los sistemas de Alcoa de las finanzas, de los sistemas informáticos y de compras. Y en un tiempo récord. Por ejemplo, a nivel de logística de transporte Alcoa negociaba todo a nivel europeo con un buen sistema de subastas electrónicas, y nos costó más pero ya hemos hecho la primera contratación con nuestro sistema. Ya estamos separados de Alcoa, empresa que ha colaborado de manera admirable. De hecho seguimos prestándole servicios de I+D desde nuestro centro Cindal, en Alicante. El reto era crecer selectivamente, abaratar los costes del metal y generar cash flow positivo, y lo hemos hecho desde el principio. Hemos cumplido todas las expectativas. Este año vamos a dar beneficios.
¿Qué inversiones tienen en marcha?
-Desde que hemos llegado, y contando con las previstas para 2017, de 24,6 millones de euros, estamos hablando de más de 40 millones. Y buena parte están destinadas a Amorebieta. De hecho hemos instalado un nuevo horno rotativo que está trabajando desde hace dos semanas en pruebas a un turno. Ahora estamos haciendo 105.000 toneladas y, con otra inversión que tenemos prevista, la idea es llegar a las 175.000 toneladas en tres años. Esto nos permite producir nuestro aluminio y reducir las compras fuera a los productores primarios.
¿Estas inversiones benefician al tejido industrial vasco?
-Sin duda. Siempre que podemos compramos aquí. El nuevo horno de recocido que llegará en enero para la planta de Amorebieta, no lo hemos adquirido en China, es de una compañía vasca como Insertec. En 2017 nos dará unas 10.000-12.000 toneladas más de producto acabado.
¿Qué más inversiones contemplan en Amorebieta?
-Una pequeña revolución va a ser la ampliación de la fundición en unas 58.000 toneladas adicionales con un horno a gas que recoge la chatarra lacada en continuo y produce el metal fundido. Solo hay dos similares en el mundo, uno en Austria y otro en Sudáfrica. Con 75 toneladas es el más grande existente de este tipo. Esperamos que esté operativo en 2018 pero necesitamos que el Gobierno vasco agilice la concesión de los permisos administrativos.
Usted ha trabajado muchos años en empresas de automoción como Ford y Antolin y parece que quieren entrar en el sector.
-Sí. Estamos aprovechando nuestro centro tecnológico de referencia, Cindal, para analizar pieza a pieza qué componentes de un automóvil, no de carrocería, somos capaces de fabricar en aluminio y ofrecerlos al mercado ya en 2017. Estamos colaborando con el cluster vasco Acicae en el AIC de Boroa. El ahorro de peso va a ser clave en el automóvil y el aluminio tiene ventajas claras.
¿Qué plantilla tiene Amorebieta?
-Aludium tiene unas 900 personas y aquí hay ahora trabajando unas 560. Sí hemos crecido en total en unas decenas de personas en estos dos años. En Amorebieta pasaremos de 106.000 toneladas en 2014 a 148.000 toneladas el próximo ejercicio.
¿En qué sectores quiere crecer?
-Con la automoción esperamos alcanzar las 18.000 toneladas en cinco años, ahora estamos en 10.000. En construcción prevemos pasar de 56.000 a 79.000 toneladas.