BILBAO - La Comisión Europea (CE) impuso una multa millonaria récord de casi 3.000 millones de euros a los grandes fabricantes de camiones en Europa por crear un cartel y pactar precios. En concreto, Bruselas sanciona con el mayor importe económico hasta ahora conocido, 2.930 millones de euros, a los fabricantes de camiones pesados y de tonelaje medio MAN, Volvo-Renault, Daimler-Mercedes, Iveco y DAF por participar durante catorce años en un cartel al que acusa de haber pactado los precios de venta de sus vehículos y haber repercutido en el comprador los costes de cumplir con las normas en materia de emisiones contaminantes.

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, afirmó que “no es aceptable” que estas compañías multinacionales del sector, un oligopolio que concentran nueve de cada diez camiones pesados y de medio tonelaje producidos en Europa, “hayan formado parte de un cartel en lugar de haber competido unos contra otros”.

“Hoy imponemos la multa más elevada por un solo cartel. Es el doble que la sanción anterior impuesta en 2012”, de 1.409 millones de euros, a una decena de fabricantes de televisores que operaban en el mercado comunitario por participar en dos tramas de fijación de precios de monitores de tubos de rayos catódicos, dijo Vestager.

La comisaria recalcó que “hay buenas razones”, porque el cartel “afectó a un mercado muy grande y duró durante mucho tiempo”.

En concreto, el cartel comenzó en 1997 y duró 14 años, hasta que la CE efectuó en 2011 inspecciones no anunciadas en el sector.

La investigación de la CE demostró que una reunión en Bruselas fue “el punto de partida” de ese cartel duradero, indicó, y la primera reunión entre altos ejecutivos de los fabricantes de camiones fue organizada en enero 1997 en lo que “parecía ser un hotel acogedor” y la violación de las leyes de competencia duró después más de una década, en la que se coordinaron.

Se reunieron a menudo para gestionar el cartel, que involucró a directivos de las sedes que se reunieron regularmente, normalmente en los márgenes de eventos y ferias comerciales, encuentros que se complementaron con conversaciones telefónicas.

A partir de 2004, el cartel fue organizado mediante subsidiarias de los fabricantes de camiones en Alemania y a través del intercambio de correos electrónicos.

Pese a esa mayor “formalización” del cartel, en palabras de Vestager, los temas que abordaron las empresas seguían siendo los mismos, principalmente la coordinación y aumentos del nivel bruto de precios de fábrica para camiones pesados y de tonelaje medio y que representa la base para la fijación de precios en la industria.

El precio final pagado por los compradores se basa después en más ajustes hechos a nivel nacional y local a esta “lista” coordinada. También pactaron el calendario para la introducción de nuevas tecnologías requeridas para cumplir con los cada vez más estrictos estándares contra las emisiones de la UE, desde Euro III hasta la actual normativa Euro VI, de acuerdo con la CE. Igualmente acordaron pasar a los clientes los costes de estas tecnologías, según la CE. Los fabricantes han reconocido el hecho y MAN, el denunciante, no pagará multa y otros como Volvo ya ha pactado abonar 670 millones.

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