BILBAO - La colaboración entre centros tecnológicos y empresas vascas sigue dando frutos positivos como se demuestra por el hecho de que empresas vascas relacionadas con el sector de la fundición apuesten por la innovación tecnológica para dar un salto adelante en el competitivo mercado global. Este es el caso de la compañía alavesa Loramendi, una de las líderes mundiales de equipamiento para la fundición, que ha decidido llevar al terreno de la aplicación industrial una novedosa técnica ideada por Tecnalia, consistente en un sistema de calentamiento de unidades de colada, basado en la tecnología de plasma térmico de alta potencia.
Para desarrollar comercialmente la potencialidad de la nueva tecnología, Loramendi ha creado una nueva empresa, ILT Plasma Technologies, con la firma vizcaina de hornos y refractarios, Insertec, como socio.
El responsable de ventas de Loramendi, Iñaki Etxeberria, resalta en el marco del 71 Congreso Mundial de la Fundición que se celebra en el Palacio Euskalduna de Bilbao, las ventajas de la tecnología que ya ha puesto en marcha la participada ILT.
"Las ventajas de su uso se centran en que permiten trabajar en rangos de temperatura de colada prácticamente imposibles de lograr con los equipos tradicionales", destaca Etxebarria. Ello, indica el representante de Loramendi, otorga beneficios claros "en la calidad del producto, pues permite mantener mucho más estables las temperaturas" y facilita el control de la descarburación. Este nuevo sistema "mejora la productividad de la instalación, incrementa el rendimiento energético y permite elaborar con mayor calidad piezas de seguridad". Esta tecnología tiene una aplicación notable en las fundiciones que trabajan para el sector de automoción y elaboran piezas claves como discos de freno, etc...
Iñaki Etxebarria destaca que la nueva empresa ILT, creada hace un mes, ya trabaja en su primera experiencia real pues aplicará la nueva tecnología de calentamiento por plasma térmico en una fundición catalana. Esta innovación, desarrollada por el centro tecnológico vasco, mejora la calidad metalúrgica de la fundición y, por lo tanto, consigue abrir un importante mercado potencial, pues no hay que olvidar que el sector de las fundiciones férreas en Europa factura más de 10.000 millones de euros al año, según WFO.
Por ello, es destacable que en una coyuntura económica todavía marcada por la "incertidumbre", según los organizadores del Congreso Mundial, firmas vascas como la cooperativa Loramendi (integrada en el Grupo Mondragón), Insertec y Tecnalia hayan apostado por crear en Euskadi, ILT Plasma Technologies.
La actividad de ILT se centra en la fabricación, comercialización y puesta en marcha de instalaciones de plasma para el sector de la fundición, con un mercado potencial mundial concreto estimado de 1.600 millones de euros. El nacimiento de esta nueva empresa de base tecnológica, ubicada en Basauri, en una coyuntura difícil es la confirmación, según sus promotores, de que la industria vasca está apostando por la innovación y la tecnología.
Primera máquina del mundo En este sentido, Loramendi también muestra en el Congreso Mundial de Fundición, su máquina de moldeo vertical eléctrica, una patente de la firma vasca que es la primera máquina del mundo que ha sustituido los elementos de accionamiento oleo-hidráulicos por servomotores eléctricos.
El innovador sistema, según resaltan Iñaki Etxebarria y Jorge Mateo, tiene dos ventajas claras: "Mediante su utilización permite producir de manera más ecológica, con un ahorro sustancial en el consumo energético y en los costes de producción".
La máquina de moldeo vertical eléctrica "al suprimir el sistema oleo-hidráulico permite ahorrar hasta un 65% de energía eléctrica, evita el tratamiento del agua y aceite, y al ser, la de motores eléctricos, una tecnología menos complicada y mucho mejor conocida en Euskadi, facilita el mantenimiento y aumenta la disponibilidad de la máquina incrementando la productividad de la empresa", señalan los técnicos de Loramendi. La primera máquina eléctrica operativa del mundo ya está funcionando en la planta Fagor de Eskoriatza.