BILBAO - La Unidad de Reducción de Fuelóleo (URF), la planta de coque de Petronor en Muskiz, acaba de cumplir su primer año de vida con buenas noticias para la compañía petrolera. Su rendimiento está por encima de las estimaciones iniciales, ha entrado en funcionamiento con más fuerza de la prevista y ha acelerado en cierta medida el proceso de reducción de la producción del fuelóleo. El objetivo final de la apuesta por la URF es modernizar la refinería en su conjunto, hacerla más competitiva, más autosuficiente desde el punto de vista energético y mejorar el beneficio.
Las cuentas cuadran. Se "han superado las previsiones de rendimiento" en el siempre complejo primer año en funcionamiento de cualquier actividad económica, informaron ayer a Efe fuentes de Petronor, que no ocultan su satisfacción por haber dado en apenas doce meses un paso muy importante para la consolidación del proyecto. Todo un espaldarazo para una iniciativa industrial que ha acumulado por diversos motivos varios retrasos y que ha chocado con una fuerte oposición vecinal.
La planta de coque se inauguró el 3 de abril de 2013 tras una inversión de 850 millones de euros, la mayor acometida en la industria vasca. Petronor rescató y mejoró el proyecto en 2005, una década después de que viera la luz. La idea inicial era ponerlo en marcha antes del verano de 2011, pero no se logró la licencia de apertura hasta junio de 2012. Y hubo que esperar casi otro año para su inauguración oficial.
Lo que no ha variado es el motivo de su nacimiento: reducir la producción de fuelóleo, que se usa como combustible para plantas de generación de energía eléctrica, calderas y hornos industriales, y que tiene por ello cada vez menos mercado. La reducción de ese combustible pesado permitirá aumentar obtener productos ligeros con mayor valor añadido, como los gases licuados (butano y propano), gasolinas y gasóleos.
modernización de la refinería "El balance es a todas luces positivo, no solo se han superado las previsiones y se ha logrado un rendimiento por encima de la valores contemplados inicialmente, sino que ha traído consigo una reordenación de todos los procesos, con una modernización y actualización de la refinería en su conjunto", destacaron los responsables de Petronor. Se refuerza así la posición de una entidad muy ligada a la economía vasca y que a día de hoy es propiedad de Repsol en un 85,98% y de Kutxabank, un 14,02%.
Con la puesta en marcha de la URF, Petronor, que refina unos 9 millones de toneladas de crudo al año, ha conseguido que el fuel solo represente el 20% de los productos que saca del petróleo. Cuando se creó la refinería de Muskiz hace cuarenta años, el 80% de los productos eran fuel, cifra que se redujo al 60% en 1978 con la construcción de la segunda refinería y al 40% en 1984 con la entrada en funcionamiento de la llamada "unidad de conversión".
Asimismo, con la URF Petronor obtiene un nuevo producto, el coque de petróleo (de donde viene el nombre por el que se conoce popularmente a la planta), destinado principalmente al sector cementero y a la cogeneración de energía eléctrica. Por ello, la segunda columna del proyecto de coque es una planta de cogeneración que no solo alimenta a la refinería, también permite a Petronor ser exportador de energía. En paralelo, la refinería vizcaina también ha conseguido con la URF "la optimización de la producción, con menor consumo y mayor eficiencia energética", según su dirección. Ello se ha logrado con el ajuste de presiones, temperaturas, caudales y mezclas adecuadas de los distintos tipos de petróleo, así como con innovaciones en el control avanzado de procesos y en el circuito de circulación del agua. - DEIA
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