Bilbao
FLORENTINO Pérez se ha electrocutado en Iberdrola y ha decidido pasar página de su asalto frustrado a la eléctrica. Una aventura que le ha supuesto unas pérdidas de cerca de dos mil millones de euros. Tras asumir su fracaso el pasado mes de mayo y empezar a desinvertir en la compañía vasca, acaba de incluir el 5% que le queda de Iberdrola en el plan que tiene en marcha para vender un conjunto de activos que suman un valor total de unos 4.700 millones de euros, según datos de la compañía. En el programa también se ha incluido la participación en el operador de telefonía móvil Yoigo y la del 5% que le queda en Iberdrola
El grupo ACS está actualmente centrado en la reducción de su endeudamiento, con el fin situarlo por debajo de la cota de los 3.000 millones de euros. Para ello, desarrolla un proceso de desinversiones de activos maduros o no estratégicos que incluye sociedades de su filial Hochtief, concesiones de autopistas, instalaciones de energía renovable y participaciones accionariales. Entre estas últimas figura el porcentaje del 5% que ACS aún tiene en el capital de Iberdrola de forma indirecta, a través de derivados equity swaps, porcentaje que valora en unos 1.000 millones de euros.
La constructora prevé llevar a cabo la venta de estos derivados de Iberdrola de forma ordenada entre 2014 y 2016, según datos oficiales de la empresa.
La constructora del presidente el Real Madrid da un paso definitivo en su huida de Iberdrola, una compañía que intentó controlar y que le ha supuesto a Pérez el enfrentamiento con el consejo de administración de la eléctrica, con su presidente, Ignacio Galán, a la cabeza. No ha sacado el empresario madrileño nada en claro de la pugna más allá del amargor de una sonora derrota y la pérdida de miles de millones de euros.
Nunca entró en el consejo
Florentino inició el desembarco en la eléctrica vasca en 2006 y llegó a controlar el 19% del capital el mayor paquete accionarial. Nunca consiguió entrar en el consejo porque el resto de socios tuvieron dudas sobre sus intenciones desde el principio. Temían que su objetivo fuera trocear la empresa y venderla al mejor postor.
Tras varios reveses judiciales que le han cerrado la puerta del consejo y presionado por sus socios en ACS -la Banca March perdió 141 millones el año pasado precisamente por la aventura de Iberdrola-, Florentino se ha visto obligado a vender sus iberdrolas para hacer caja y reducir la asfixiante deuda que arrastra su grupo. Los títulos cuestan hoy menos que cuando los compró, de modo que las perdidas han superado los 1.700 millones hasta ahora, y la factura continuará aumentando con la venta del 5% restante.
Con todo la operación será escalonada y se prolongará durante los próximos tres ejercicios, lo que reducirá previsiblemente las pérdidas. Iberdrola es un valor seguro y avanzará en Bolsa una vez se deje atrás la crisis, por lo que la huida definitiva no le saldrá tan cara como hasta el momento al presidente merengue.
En los últimos doce meses la eléctrica vasca se ha revalorizado casi un 12% en el parqué consolidándose por encima de los 4 euros -4,44 es el valor del cierre del pasado viernes- y algunos analistas estiman que su valor objetivo inmediato es de 5 euros por acción.
La evolución hoy en el mercado bursátil de los títulos de las dos empresas será un claro termómetro de la salud de Iberdrola y sobre todo de la valoración que hace el mercado del fiasco en el que ha terminado el intento de toma de control de Florentino.