MADRID. El Gobierno español se vio obligado a admitir ayer que cometió un error al adelantar que el fondo soberano de China (CIC) estudiaba invertir unos 9.000 millones de euros en cajas de ahorros, pero aclaró que sí habrá inversiones en deuda y cajas, no por parte del CIC, sino de otros fondos chinos. Fuentes del Ejecutivo español aseguraron a Europa Press que esas inversiones de China en deuda y cajas de ahorro serán "importantes", aunque eludieron precisar el importe aproximado, previsiblemente menor, y qué fondos soberanos están interesados después de tener que reconocer que no se ajustaba a la realidad el anuncio realizado durante el viaje de Rodríguez Zapatero al gigante asiático.
El Ejecutivo adelantó el miércoles la intención del fondo soberano y de otras empresas del país de invertir unos 9.000 millones de euros en las cajas españolas, pero unas horas después un portavoz del citado fondo negó que esté estudiando inyectar esta cantidad en las entidades financieras españolas. Solo hay una declaración de intenciones para explorar inversiones, pero no hay ni mucho menos una cifra sobre la mesa.
Preguntado al respecto durante el Foro Cinco Días, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, señaló que tendrá que ser el presidente del Gobierno quien concrete si finalmente se materializarán o no dichas inversiones, pero afirmó que lo realmente importante es la confianza que la economía española genera en los inversores extranjeros. "Supongo que son conversaciones que el presidente ha mantenido con las autoridades económicas chinas a este respecto, también lo hizo en Qatar y otros países", subrayó Jáuregui.
Sin entrar en la cuestión, Zapatero apostó por dar un paso al frente, casi una huida hacia adelante. La economía del Estado "es un poderoso transatlántico" que "va a seguir navegando con fortaleza", dijo durante una reunión con empresarios españoles en Singapur, informa Efe. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no dejó pasar por alto el simil y acusó a Zapatero de haber abandonado el timón del transatlántico.
presión del PP El "error" generó variadas reacciones en las filas del PP. Los populares pasaron de mostrar cierta comprensión con el presidente del Gobierno restando importancia al incidente a convertirlo con enorme facilidad en otro ariete en su estrategia de acoso y derribo. "Las agendas van cargadas de muchos encuentros, unos salen mejor y otros peor, pero lo importante es que el Gobierno remarcó en secretario de Economía y Empleo del PP, Álvaro Nadal, a primera hora de la mañana en el Congreso.
Por la tarde, ya digerido el error, el mensaje era otro en boca de Mariano Rajoy. En un mitín en Jaca, el candidato popular a la presidencia afeó la "poca prudencia" de Zapatero y se preguntó qué credibilidad puede tener el Gobierno con este tipo de desmentidos.
Algunos analistas incluso culparon al desliz del Ejecutivo de parte de la caída ayer de la Bolsa Española (-1,51%). Y en medio del ruido que hizo el PP para reforzar su causa, el asalto a La Moncloa, los socialistas hicieron acuse de recibo.
Así, el diputado y miembro del Comité Electoral del PSOE Pedro Sánchez criticó la "frivolidad y la insolvencia" de Rajoy, por sus críticas al viaje a China de Zapatero.
En un comunicado, Sánchez pidió al líder del PP que "se informe antes de criticar de oídas". "El viaje tenía un objetivo que se ha cumplido: reforzar la cooperación económica de España con el país asiático", dijo. Ajeno a la polémica, el presidente chino, Hu Jintao, consideró un éxito el viaje de su "viejo amigo" Zapatero durante el encuentro que mantuvieron en Sanya como cierre de la misión en China.