El debate sobre hasta qué punto la higiene personal influye en el ámbito laboral ha vuelto a escena tras las declaraciones del abogado y divulgador en redes sociales @juanmalorente_laboralista, quien advierte en uno de sus vídeos que una empresa puede despedir a un trabajador por oler mal.

Tu empresa te puede despedir por oler mal. Sí, lo sé, en casi todos los trabajos hay alguien que no huele estupendamente, que no da gusto acercarse a él. Pues bien, que sepas que a esa persona que no huele bien en tu trabajo, la empresa le puede despedir disciplinariamente, sin indemnización, por ese motivo”, explica el jurista.

El mal olor como causa de despido

Según Lorente, el mal olor persistente en un trabajador no es un asunto menor: puede considerarse una falta que afecta directamente a la convivencia en la empresa y al bienestar de los compañeros. En ese caso, la normativa laboral permite un despido disciplinario, lo que implica que el empleado perdería su puesto sin derecho a indemnización.

El abogado subraya que la situación se enmarca dentro de la potestad de la empresa para mantener un entorno adecuado de trabajo y garantizar unas condiciones mínimas de respeto entre la plantilla. “Es totalmente legal que se plante tu jefe con tu compañero que huele mal en un despacho, que plante una carta de despido en la que ponga ‘te despido por oler mal’”, recalca.

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Avisos previos antes de la sanción

Eso sí, antes de llegar al despido, la empresa está obligada a advertir y sancionar previamente al trabajador afectado, de modo que tenga la oportunidad de corregir su situación. “Antes la empresa le debería dar algunos toques de atención, unas sanciones por oler mal. Pero si incluso con los toques de atención el señor sigue sin tener una higiene mínima para ir a trabajar, pues ese señor tendrá que terminar en la calle”, señala Lorente.

Es decir, no basta con un solo incidente: debe existir una reiteración y un desinterés manifiesto en mejorar la higiene para que el despido sea procedente y pueda sostenerse jurídicamente en caso de que el trabajador lo recurra.

La higiene es un deber laboral

Más allá del marco legal, este caso evidencia que la higiene personal se interpreta también como un deber laboral. No se trata únicamente de una cuestión de imagen, sino de salud pública, convivencia y productividad. Un mal olor constante puede generar incomodidad, dificultar la relación entre compañeros y afectar al rendimiento de un equipo.

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El abogado lo resume de manera tajante en su vídeo: “Te recomiendo que si algún día dudas si ducharte o no antes de ir a trabajar, dúchate, porque te pueden despedir por no ducharte e ir oliendo fatal a tu trabajo”.

Un tema tabú en las oficinas

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El caso plantea un debate que rara vez se aborda de forma abierta en las empresas: Lorente recuerda que, aunque pueda parecer duro, la legislación laboral protege a la empresa en estos casos siempre que se respeten los pasos previos de advertencia.

En definitiva, la higiene personal no es solo una cuestión privada, sino que forma parte de las obligaciones de cualquier trabajador. La falta de atención a este aspecto puede acarrear consecuencias legales tan serias como el despido inmediato, una realidad que, aunque incómoda, está recogida dentro de las normas que rigen la convivencia laboral.