Las primeras Navidades sin restricciones después de la pandemia traen de nuevo multitud de celebraciones entre amigos y compañeros de trabajo. Las cenas y comidas de empresa son un clásico en los días previos a Nochebuena, y este año se multiplican por toda la geografía. Sirven para divertirse, reforzar el compañerismo y olvidarse de los sinsabores del ritmo laboral.

Para que todo salga bien aquí sugerimos algunos consejos.

Evita vestir demasiado formal o de forma extravagante. En algunos casos es una reunión que suele requerir un código de vestimenta (dress code) formal pero no debes caer el error de vestir como si fueras a una pasarela de modelos. La imagen puede llegar a decir mucho uno mismo. Cada vez la gente acude a estas citas citas vestidos de manera más informal, pero siempre es recomendable evitar ir de forma extravagante o excesivamente informal. Tus compañeros y compañeros con más experiencia en estos eventos pueden aconsejarte para que estés cómodo. Elegancia con discreción es la norma a seguir para acertar.

No te sientes cerca del jefe. Alguno le tiene que tocar, pero evítalo salvo que seas de su círculo de máxima confianza. Te sentirás más cómodo y natural, disfrutarás más y evitarás que aprecie posibles errores que cometas. Haz lo mismo con alguien con el que te lleves mal. Actúa con discreción y diplomacia en ambos casos.

Modales en la mesa. Igual que con la bebida, actúa con mesura. Nada de los platos de forma compulsiva cómo si no hubieras comido en varios días; no comas con las manos ni hables con la boca llena; repasa tu boca de vez en cuando con una servilleta... No es preciso que seas un experto en protocolo, pero mantén los modales que recomienda el sentido común.

El peligro del alcohol. El alcohol puede jugarle una mala pasada a cualquiera. El hecho de consumir en exceso puede hacer que nos desinhibamos demasiado y que en un futuro nos podamos arrepentir de algo que hayamos dicho o hecho. Disfruta del vino en la mesa y de alguna o algunas copas después, pero con moderación. Cuidado con los licores de fuerte graduación con las mezclas. Se trata de estar a gusto no de ponerte hasta arriba.

Disfruta conversando de todo y con todos. Aunque te cueste relacionarte con la gente, la cena o comida de empresa es una excelente oportunidad para conocer más a nuestros compañeros de trabajo. El no hablar de trabajo de trabajo debería de ser una norma, pero casi siempre se acaba incumpliendo, pero es mejor no entrar en los detalles laborales o profesionales. La política, la religión, la rivalidad deportiva extrema, etc. son temas que ni se te ocurra tocar. Y más ante tus jefes.

Un grupo de jóvenes bailando. Freepik

Discreción en la pista de baile. Estas reuniones suelen levar incorporadas bailoteo en el mismo lugar o tras la cena. No son para lucir nuestras habilidades en la pista sino para interactuar con el resto de la gente y no menospreciar las habilidades o incapacidades del resto. Cuidado también con la petición o selección de la música, que debería de estilos variados para contentar a todos y todas.

Ligar ¿sí o no? No es lo más aconsejable. Hay otros momentos y lugares aunque Cupido dirija sus flechas hacia alguien que trabaja contigo. El tonteo excesivo o la persistencia impertinente están fuera de lugar. Nadie está exento de poder sentir atracción por un compañero o compañera, pero la discreción debe ser obligada en estos casos.

Cotilleos y redes sociales. El ambiente ideal es de la distensión. Destierra las tentaciones de chismorrear y cotillear. Y aléjate de los grupos que abusen de estos comportamientos. ¡Ojo! Y cuidado con lo que cuelgas después en las redes sociales. Puede molestar a mucha gente, perjudicarte, hacer mucho daño a algún compañero y erosionar reputaciones innecesariamente.