GETXO inició un nuevo proyecto hace dos cursos. En el club quisieron traer aires nuevos, una motivación que sirviera para hacer que una trainera que había vivido un pasado reciente no muy glorioso diera un paso adelante y luchara por objetivos más ambiciosos. En esa estrategia de mejora firmaron como entrenador a Eneko Van Horenbeke. La incorporación del técnico del pueblo fue un impulso de ilusión convertido rápidamente en una transformación deportiva. La Goizeko Izarra volvió a llevarse banderas y en este segundo año del proyecto ha dado un paso más al lograr clasificarse para el play-off de la ARC. Los getxotarras buscarán ascender en las jornadas que se disputan el 25 de agosto en Castro Urdiales (12.30 horas) y el 31 en aguas oriotarras (18.00 horas). Sus rivales de la ARC-1 serán Santoña y Lapurdi. Mientras el adversario de la ARC-2 se conocerá mañana debido a que a falta de una jornada, Orio solo aventaja en cinco puntos a Castro Canteras de Santullán.

Este play-off es una experiencia nueva para la tripulación getxotarra. La confirmación definitiva del crecimiento de un grupo que busca la guinda a un año en el que la primera meta fue cumplida con creces al lograr acabar el año entre los tres primeros clasificados. “El equipo está megamotivado porque casi todos los remeros, por no decir todos, nunca han disputado un play-off ni nada por el estilo”, declara Van Horenbeke. El entrenador getxotarra, acostumbrado a competir en grandes citas, también tiene una ilusión tremenda por estar presente en la lucha por el ascenso a la segunda categoría del remo del Cantábrico. “Para mí era un objetivo personal entrar en el play-off después de lo que hicimos el año anterior. Estamos con toda la ilusión del mundo y con ganas de aprovechar esta oportunidad que llega pocas veces”, añade.

Getxo llega al play-off como tercer clasificado de la ARC-2, la peor posición entre los equipos que disputarán estas dos regatas. A pesar de ello, una lucha por una plaza en la división de plata suele decidirse por márgenes muy estrechos y no siempre los favoritos se salen con la suya. “Castro es un equipo fortísimo y a priori será el que esté en el play-off. Los equipos de la ARC-1 siempre se dice que no andan nada pero estas citas se ganan por tres segundos y hay que tener respeto a todos los rivales”, comenta Van Horenbeke. La plaza de los equipos que ascienden no se decidirá hasta el 15 de septiembre, cuando se sepa quiénes suben a la Eusko Label Liga y cuántas plazas libres quedan en la ARC-1. En caso de subir dos botes gallegos, no ascenderá nadie de los clasificados de este play-off.

Los remeros de Getxo tienen entre ceja y ceja la regata de este domingo, pero antes deberán pelear mañana por otra bandera en Colindres a partir de las 11.30 horas. Lo harán sin presión alguna y con la tranquilidad de que pase lo que pase tienen su plaza asegurada en el play-off gracias al trabajo hecho con anterioridad. “Si no llegamos a clasificarnos en la regata de Bermeo el estrés psicológico al que nos hubiéramos sometido creo que sería peor que la fatiga muscular”, opina Van Horenbeke. Además, esta situación dará al entrenador getxotarra la posibilidad de planificar mejor los esfuerzos y dar descanso a varios de sus bogadores: “Va a ser un comodín para dar descanso a gente que tenía muchas regatas acumuladas. Los canteranos no han descansado ni una y dejaré a alguno fuera. Yo tampoco he descansado y estoy barajando hacerlo”.

Getxo está actualmente en su “mejor momento”, pero para llegar hasta aquí el trabajo realizado por los getxotarras no ha sido sencillo. “Nos costó bastante acoplar el equipo porque se completó el equipo a última hora. En abril no completábamos la trainera y muchos sábados no íbamos al agua”, recuerda. Esta situación se tradujo en irregularidad cuando arrancó la competición. Bermeo se aprovechó de ello y puso en apuros a la Goizeko Izarra hasta las regatas finales. Sin embargo, Getxo acertó en el momento clave y ahora la cuadrilla preparada por Van Horenbeke está ante un momento privilegiado: “Conseguir el ascenso con el equipo del pueblo para mí sería un sueño. Si subimos va a ser un orgullo personal terrible porque tenemos gente que ha empezado a remar hace un año o descartes que no les habían dado ni dos regatas”.