El detalle final de Orio
Los ‘aguiluchos’ sorprenden a Urdaibai con un fuerte cambio de ritmo en las últimas paladas y ganan la bandera celebrada en Santander
SANTANDER. Solo un detalle final. Un despiste de última hora o un toque de genialidad en el momento decisivo. Urdaibai se quedó sin la Bandera de Santander por un suspiro. La degustó a escasos metros de la baliza de meta y vio grandes posibilidades de cruzar en primer lugar. Pero fue Orio el ganador de ese cara a cara lleno de tensión. Menos de doscientos metros en los que la proa de la regata cambió sin parar y donde los aguiluchos sacaron un segundo prácticamente de la nada. Gorka Aranberri y sus remeros hicieron magia al elevar la velocidad de la trainera sorprendentemente. Fue un pestañeó que cambió todo. La vuelta de tuerca final para derrotar a la Bou Bizkaia. En una regata que tuvo de todo, los bermeotarras estuvieron cerca de protagonizar una grandísima remontada al recortar tres segundos en un largo, dentro de un campo que no fue nada propicio a los bailes de tiempos. Sin embargo, una vez dada la vuelta a la tortilla, no pudieron rematar. Orio exprimió sus fuerzas cuando nadie se lo esperó y acabó llevándose su tercera bandera de la Eusko Label Liga.
Las tres embarcaciones más poderosas dejaron claro que están un escalón por encima del resto y en el primer largo se alternaron la proa de la regata entre ellas, sin que ninguna pudiera marcharse más de un par de segundos. Sin embargo, el primero en golpear fue Kaiku. Los sestaoarras fueron valientes y no se guardaron nada en el inicio. Salieron ambiciosos y se colocaron en cabeza tras las primeras paladas. Pero este año a la Bizkaitarra le falta motor. Es una trainera regular, que no falla, pero no tiene la fuerza necesaria para alcanzar a los tres gallos de la competición. La cuadrilla entrenada por José Luis Korta tuvo que conformarse con defender la cuarta posición ante un duro San Juan, que desde la segunda tanda realizó un buen tiempo y se quitó el sabor de su farolillo rojo de la semana pasada. Kaiku coqueteó con el tiempo sanjuandarra, aun así el ritmo de la Erreka no fue suficiente y el cuarto puesto se volvió a ir para Sestao.
Lejos de Kaiku, Hondarribia, Urdaibai y Orio batallaron a cara de perro. Ninguno regaló el más mínimo segundo. Los txos realizaron la primera embestida, pero nadie claudicó. Solo al salir de la primera ciaboga, los oriotarras presentaron su candidatura real. Fue un cambio de ritmo poderoso, de esos capaces de dejar clavadas a la mayoría de las traineras. Hondarribia empezó a ceder y la Bou Bizkaia sacó a relucir ese carácter competitivo para agarrarse al líder del momento y seguir metido de lleno en la pelea. Así, otro giro realizado con maestría por la San Nikolas volvió a herir a los bermeotarras. Orio quiso la regata y trató de romperla. Sin embargo, Urdaibai solo estaba herido, le quedaba mucha vida y se mantuvo metido de lleno en la pelea. No así los hondarribitarras. La Ama Guadalupekoa volvió a fallar en el momento decisivo y aunque luego mantuvo las distancias, se quedó, otra vez más, sin poder pelear por la victoria.
La cosa se convirtió en cosa de dos. Orio contra Urdaibai. El golpe de los aguiluchos fue duro. La ventaja de tres segundos se convirtió en un gran muro que derribar. Todo con muy poca ayuda de un campo de regatas en el que las olas eran capaces de ayudar solo en un par de segundos, pero que estaban lejos de rugir con violencia. Sin embargo, los bermeotarras no tiraron la toalla. Siempre vieron cerca de Orio y creyeron. Un mínimo momento de flaqueo les podía permitir entrar en la batalla y a 800 metros de meta sucedió. La Bou Bizkaia se puso en cabeza. A partir de ahí, el GPS se volvió loco. El nombre de la proa de la regata varió sin parar. 500 metros, 400, 300? todo igual. A falta de 180 metros, cuando los jueces ya se preparaban para echar mano de la foto finish. La San Nikolas dejó a todos boquiabiertos. La trainera oriotarra sacó fuerzas de la nada y en un palmo de terreno, pasó de estar pegada a la Bou Bizkaia a sacarle medio bote. Los txos se quedaron clavados y cruzaron la meta con casi dos segundos de desventaja.
PRIMERAS TANDAS
La emoción también fue la tónica de las primeras tandas. Cabo realizó uno de los mejores últimos largos del día y arrebató el primer puesto de la manga a Astillero, que en las últimas regatas empieza a ver brotes verdes en una temporada que comenzó de la peor manera posible. El más perjudicado volvió a ser Ares. La Santa Olaya no atraviesa su mejor momento. En las últimas regatas le cuesta ser esa trainera que maravilló en el play-off y sorprendió con su buen inicio de año. El último puesto cosechado ayer deja a Ares muy lejos de San Pedro y les obliga a mirar hacia abajo, a una San José XV que cada vez es más peligrosa.
En la segunda tanda, los botes vizcainos fueron protagonistas. Ondarroa arrancó con fuerza. Como suele ser habitual en la Antiguako Ama, no se regaló ni un metro y empezó mandando. Sin embargo, los entrenados por Jon Iriondo no tuvieron uno de sus mejores días, les faltó aguante. Primero fue San Juan el que les adelantó y les dejó atrás y en el último largo se quedaron completamente clavados, siendo superados por Tirán y Zierbena. Fue una regata completamente opuesta a la de los galipos. La cuadrilla patroneada ayer por Borja Gómez arrancó muy mal, le costó sentirse cómoda en las aguas cántabras. Sin embargo, una vez dada con la tecla ya nadie le pudo detener. Dieron caza a Tirán y a Ondarroa para adelantarles en la txanpa final. Solo faltó San Juan, que aprovechó la irregularidad de sus adversarios para ganar la manga con contundencia.