Adictas al salitre
La selección de Bizkaia arranca hoy en la Liga Femenina con la incógnita del estado de forma de sus rivales y con el objetivo de mejorar el tercer puesto del año pasado w Las gallegas parten como favoritas
Bilbao
Es el salitre, que nos vuelve mal de la cabeza". Es la única explicación que se le ocurre a Ainhoa Zurinaga para explicar porqué practica remo desde los quince años. Ella es una de las veteranas de la selección de Bizkaia que compite desde hoy en la Liga Euskotren, esa competición que demuestra que el remo no es sólo un deporte de hombres. La regata de hoy en Pedreña sirve para dar pistoletazo de salida a una liga de ocho jornadas en la que pelearán cuatro embarcaciones que representan a Galicia, Cantabria, Bizkaia y Gipuzkoa. Las aguas de Pedreña y de Portugalete son el punto de partida de una competición cuyos participantes van a ciegas, puesto que no tienen referencias de sus rivales.
El entrenador de la tripulación vizcaina es Gonzalo Soto, un hombre experimentado que sabe que no se pueden fijar los objetivos con una venda en los ojos: "Me gustaría ver la primera regata y luego poner objetivos". Para ello espera ver cómo terminan en dos regatas muy diferentes pero que tienen en común que se celebran en escenarios muy peculiares: "Son dos campos de regata muy especiales. Pedreña, aunque es una bahía grande, no deja de ser una ría y la marea influye como aquí, en Portugalete". Pero a pesar de ello se muestra muy ambicioso: "A priori no me conformo con el tercer puesto, menos sin conocer a las demás". Aunque Soto viene del remo masculino se resiste a buscar las pocas diferencias que encuentra entre las dos modalidades: "Hay diferencias en el aspecto físico. Pero luego asimilan las cosas más rápido. A un chico le tienes que repetir siete veces que tape la pala y una chica lo hace a la primera. Quizás son más disciplinadas".
La selección de Bizkaia se lamenta de no poder contar mucho con la experiencia del año pasado, ya que un 50% de la tripulación de la última temporada no sigue en la trainera y han tenido que renovar la tripulación con un buen número de jóvenes remeras. Configurar una trainera competitiva no es nada sencillo. Bizkaia no cuenta con las infraestructuras de otras provincias, como Gipuzkoa, en cuanto a remo femenino se refiere y eso es un handicap contra el que hay que pelear. Si los mimbres donde hay que elegir son pocos, tampoco ayuda no tener mucho tiempo para trabajarlos. "Cuesta hacer equipo porque el tiempo que he trabajado con ellas ha sido un mes. Si hubiese estado todo el año con ellas no habría problemas", explica Gonzalo Soto. Para colmo, el entrenador sólo cuenta con 17 remeras y dos patronas: "La plantilla es un poco justa, es lo que tenemos. El remo femenino aquí ha empezado hace poco tiempo. Esperamos que el año que viene haya más chicas".
veteranía y juventud La tripulación resultante es una curiosa mezcla entre veteranas y remeras muy jóvenes de sólo 18 y 19 años. Para convertirlas en un equipo han tenido que derrumbar el muro que suponían los piques entre los diferentes clubes. Jone Oliban, del club Arkote, explica que "la pretemporada ha sido dura y al haber algo de pique por ser de diferentes clubes ha sido una sensación rara al juntarnos. Pero con el tiempo hemos ido haciendo equipo, ya vamos más juntas y se nota que con ese pique nos hemos crecido".
En esa mezcla de generaciones se ve que las más pequeñas salen peor paradas a la hora de tener que asumir ciertos marrones. A la hora de atender a los medios de comunicación y plantarse ante los micrófonos y cámaras, el papelón recae sobre las más jóvenes. A Aiala Uribelarrea, de sólo 18 años, le cuesta resignarse a ser siempre la que tiene que dar la cara por ser la patrona: "No me hagáis esto, siempre me toca a mí..." gimoteaba antes atender a las preguntas. Pero una vez que comienza con su discurso destapa su carácter y su rol de líder. Desde su puesto privilegiado en la trainera, de pie, sabe perfectamente cómo llegan sus compañeras al inicio de la competición: "Creo que la sensación es buena, pero todavía hay nervios porque no sabemos cómo andan las demás contrincantes". Eso mismo lo confirma Jone Oliban: "Estamos nerviosas, con ganas de empezar y ver cómo va la cosa. Ya hemos visto como están las guipuzcoanas y queremos ver cómo están las demás rivales. Pensamos quedar como el año pasado, terceras, o mejor. Estuvimos peleando por el segundo puesto, pero al final no pudo ser". Sería un error pensar que las remeras vizcainas se van a conformar con terminar terceras. "Intentamos siempre lo máximo. Lo que pasa es que hay que ser realistas y sabemos que las gallegas son las más fuertes y casi seguro ganarán la Liga. Siempre están arriba. Y luego nos quedaremos en la pelea con las guipuzcoanas y las cántabras", explica Ane Ibarra.
Como dice la patrona, la tripulación es "más completa, tenemos más cabeza y, como es el segundo año, estamos más preparadas". Esa será una baza a la hora de atraer al público al igual que las regatas masculinas. Ane explica que saben que están lejos de los chicos, pero por lo menos tienen la oportunidad de remar en traineras "que es lo que nos gusta". Y para colmo no descarta tener una alegría antes de final de temporada: "El año pasado pensábamos que íbamos a ser las últimas porque creíamos que las demás estaban mucho mejor preparadas que nosotras. Y al final, en algunas regatas, estuvimos a puntito de ganar. Este año nos vemos más fuertes, hemos entrenado más y somos mejor bloque. ¿Por qué no? Estaría bien".