Duración: 48:13 minutos de juego.

Saques: 2 de Elezkano II (tantos 6 y 22).

Faltas de saque: 1 de Elezkano II.

Pelotazos: 324.

Tantos en juego: 5 de Urrutikoetxea, 10 de Elezkano II y 2 de Zabaleta.

Errores: 3 de Urrutikoetxea, 4 de Aranguren , 2 de Elezkano II y 1 de Zabaleta.

Marcador: 0-1, 1-6, 1-7, 2-9, 4-10, 5-10, 5-11, 6-12, 6-13, 7-13, 7-14, 8-14, 9-15, 10-17, 10-18 y 10-22.

Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de los cuartos de final del Parejas de Primera disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao. 451 espectadores. En el primer partido, Agirre-Larunbe ganaron a Artola-Aretxabaleta (7-18). En el tercero, Alberdi II-Elizegi vencieron a Egiguren V-Ladis Galarza (11-22).

El Parejas es el torneo más largo del año. Meses en los que los pelotaris luchan por rascar puntos cada fin de semana en busca de las ansiadas semifinales. Un largo camino que acostumbra a vivir desenlaces de infarto. Últimos acelerones para asegurar el buen trabajo realizado o para tratar de recuperarse de los malos inicios. Las dos parejas que se enfrentaron ayer en el frontón Bizkaia llegaron en situaciones muy diferentes, pero necesitadas de esa victoria que les aclarase su futuro antes de la última jornada. Mikel Urrutikoetxea y Aitor Aranguren buscaban ese triunfo que les diera cierto oxígeno y no les obligara a vivir el final de la liguilla con el agua al cuello, pero Danel Elezkano y José Javier Zabaleta no eran los mejores rivales para ello. Los de Aspe tienen la clasificación directa entre ceja y ceja y, tras unas semanas de dudas, apretaron en el momento más oportuno para dar un golpe a la clasificación y sumar su novena victoria (10-22).

Fue un partido sin mucha historia. La clasificación del Parejas se reflejó en el rendimiento vivido ayer. Los de Aspe dominaron sin excesivos apuros. No fueron la máquina arrolladora de otras ocasiones, pero cumplieron con su trabajo a la perfección y aprovecharon cada mínimo regalo dado por sus oponentes. Mentalidad de líder. Zabaleta dominó a Aranguren en los cuadros largos e incluso dio la sensación por momentos que era capaz de meter una marcha más. Mientras, Elezkano estuvo muy participativo, sobre todo en la parte inicial, y aprovechó cada mínimo hueco que encontró. Por su parte, el partido de los de Baiko fue un querer y no poder. Pequeñas rachas de buen juego que nunca encontraron continuidad. Estuvieron incómodos en la cancha y pese a que dejaron algunos detalles de mucha clase, no fueron capaces de poner en serios apuros a sus adversarios.

El partido quedó roto en los primeros pelotazos. Aranguren no fue capaz de quitar el aire a Elezkano y ahí el delantero de Aspe encontró un auténtico filón a explotar. Estuvo muy inspirado en el remate y jugó, una vez más, de forma muy inteligente. No se complicó la vida sabiendo que detrás había un coloso de la talla de Zabaleta y cuando tuvo oportunidades cerró el tanto con maestría. De esa manera, los azules se fueron rápidamente en el luminoso hasta el 0-6. Una pasa del propio Elezkano dio el saque a los de Baiko, que se acercaron hasta el 5-10.

Pero esa reacción no tuvo continuidad. Elezkano y Zabaleta siguieron a lo suyo. Sin riesgos, pero sin concesiones. Con ritmo de crucero y aprovechando su mayor poderío para abrir poco a poco una mayor renta en el marcador. Urrutikoetxea se vio así otra vez en la siempre complicada situación de vivir en el alambre, de abrazar el riesgo para tratar de encontrar algo diferente. El todoterreno de Zaratamo intentó enredar constantemente, pero no tuvo muchas oportunidades. Además, la fortuna tampoco le sonrió y varios de sus intentos de remontada acabaron en el colchón inferior.