Duración: 23:47 minutos de juego.

Saques: 3 de Eskuza (tantos 6, 10 y 11).

Pelotazos: 130 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 1 de Arroita y 8 de Eskuza.

Errores: 7 de Arroita.

Marcador: 0-11, 1-11 y 1-18.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Aitor Briongos (con Ander Arroita) y Humberto Alzaga (con Arkaitz Eskuza).

Incidencias: Final de categoría cadete del Torneo Cafés Baqué en el mano a mano disputado en el frontón Olaburu de Iurreta. Buena entrada.

Duración: 29:30 minutos de juego.

Saques: 1 de Erkiaga (tanto 3) y 6 de Morgaetxebarria (tantos 6, 7, 11, 15, 19 y 21).

Pelotazos: 140 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 3 de Erkiaga y 8 de Morgaetxebarria.

Errores: 8 de Erkiaga y 2 de Morgaetxebarria.

Marcador: 0-1, 1-1, 1-12, 3-12, 3-13, 5-13, 5-16, 6-16 y 6-22.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Iñigo Atutxa (con Anton Erkiaga) y Kepa Arroitajauregi (con Aimar Morgaetxebarria).

Incidencias: Final de categoría juvenil del Torneo Cafés Baqué en el mano a mano disputado en el frontón Olaburu de Iurreta. Buena entrada.

iurreta - Aimar Morgaetxebarria es una perla. Ilusiona. El zaguero es un muchacho que está a punto de cumplir 17 años y posee un armazón de zaguero poderoso, un tallo de 1,88 metros aún por ganar patrimonio muscular, y dos manos que justifican su propuesta. Además, es rápido de piernas y defiende. Magnífico. El zornotzarra es un zaguero para el futuro. La pasada semana se hizo con la txapela del Torneo Muebles Polque y ayer se erigió en el frontón Olaburu de Iurreta con la prestigiosa corona del Torneo Cafés Baqué dentro del mano a mano en categoría juvenil con holgura (6-22).

El guardaespaldas de Amorebieta protagonizó un duelo soberbio, en el que pleiteó con superioridad ante Anton Erkiaga. La cita, una de las cumbres del panorama vizcaino, no tuvo el brillo de la emoción ni del reparto de golpes. Morgaetxebarria no lo permitió. Autoritario, fue emperador en Iurreta tras una andanada sin piedad, en la que acumuló una distancia de salida de once tantos (1-12). Rompió el zornotzarra la final de un plumazo. ¡Crack! Erkiaga, inerme, alejado del frontis, vivió una tortura. Viajó a contrapelo. Fuera de foco. Un potro de tortura. El mano a mano es así.

Después de los primeros compases, en los que quedó desequilibrada la balanza de manera absoluta y tiránica para Morgaetxebarria. Al zeanuriztarra solo le quedó defenderse de aire para evitar mayor sangría, bajar la pelota y buscar el experimento a tumba abierta. Lo consiguió en apenas tres ocasiones, abrazándose al más difícil todavía ante un adversario más sólido y con perfil de gigante.

Aun así, no hubo apenas debate. Más que nada porque el de Zeanuri acusó problemas en el resto -Morgaetxebarria sacó bien y sumó seis tantos desde el primer disparo- y la hostilidad del inspirado zornotzarra le impidió revolverse. Aimar aplastó cualquier conato de protesta, ejercitó el látigo y buscó altura. Dio un recital ante un adversario complicado, al igual que en la semifinal ante Oier Hormaetxe, otra de las promesas llamadas a marcar la pauta manista en el territorio (11-22).

Por otro lado, en categoría cadete únicamente hubo un color. Arkaitz Eskuza arrolló a Ander Arroita (1-18). El pelotari de Laudio, que juega en el club de Zeanuri, estuvo mandón con unas pelotas que le permitieron hacer mucho daño. El alavés reventó el partido con dos tacadas en las que demudó su contrincante. El pelotari galdakoztarra tiene una forma muy elegante de moverse en la cancha y sabe defenderse de aire; sin embargo, no fue capaz de sobreponerse al poder azul, demasiado para su propuesta. Eskuza borró a Arroita del frontón Olaburu con una derecha de poder, que le sirvió como ariete. El de Laudio se caló la txapela del Torneo Cafés Baqué con puño de hierro, sin perder el norte. No especuló. Ni arte ni ensayo. Eskuza bordó sus líneas de guion y Arroita no pudo hacer más que aguantar el chaparrón.