ZURDO, zurdo, zurdo”, dice Reyes Azkoitia (Azkoitia, 1952), que fue la cabeza visible del club de Bergara durante tres décadas. Ejerció de monitora desde 1988 hasta 2018. Cuando echa la vista atrás, la del barrio de Martitte se acuerda de que el zaguero era “zurdo”, pero también “el mejor”. “En la escuela siempre era el que más destacaba y andaba jugando con chavales que tenían dos años más que él. Era el mejor aun así. Así que no entrenábamos la derecha. Iba tan bien que ni nos acordábamos de ella”, comenta Azkoitia. La cosa cambió con el tiempo. En la edad de cadete los rivales comenzaron a “atacarle” la diestra. “Empezamos a trabajarla, pero como hasta los 16 no lo hicimos...”, evoca Reyes, quien alaba a su pupilo: “Estoy muy orgullosa de él”.

“No pensábamos ni por asomo que físicamente iba a ser así de duro”, argumenta asimismo Azkoitia, quien determina que “además, es trabajador. No le importa defender. Con todo el poder que tiene, seguro que no será algo que le guste hacer, pero está cómodo también por su gran físico”. Al igualar las cotas de históricos como Antton Maiz, Julián Retegi y Fernando Arretxe, Azkoitia considera todo un hito que el zurdo se incorpore a una nómina de pelotaris históricos. “Es increíble que haya conseguido llegar a cuatro finales seguidas del Campeonato de Parejas”, añade la pelotazale, quien además participó en la última edición del Laboral Kutxa Emakume Master Cup de Parejas junto a su hija. La azkoitiarra considera que “aunque todo es trabajable, lo que posee Beñat se tiene o no se tiene y en el aspecto físico es un portento”.

Respecto al torneo realizado, en el que no ha tenido tanto brillo pero sí ha rayado a gran nivel en la parcela laboral, la mentora del zurdo analiza que “si no hubiera llegado a la final, a pesar del gran campeonato que había hecho, habría parecido que todo se iba a la basura. No creo que las cosas sean así. Quedar primeros en una liguilla de catorce partidos tiene un gran mérito. Después, en las semifinales demostraron su nivel cuando tenían que hacerlo. Creo que se les había menospreciado un poquito”. Y es que, tal y como recita Reyes, en la cita del todo o nada, el cara o cruz frente a Jokin Altuna y Julen Martija, que terminó 10-22 y con la cita más redonda de la combinación, “completaron una actuación muy sólida. Así son muy difíciles de batir. Lo hicieron todo bien”. “Se lo jugaron todo a una carta y en este sentido quiero dar un recado a las empresas. Considero que, en una liguilla que tiene catorce partidos, el ganador final tiene que tener alguna ventaja para las semifinales. No tenerla me parece absurdo. Empezar de cero en semifinales es injusto”, manifiesta la preparadora de Rezusta, quien remata que “antes del partido de Donostia, estuve con unos pelotazales y les dije que si ganaban Elezkano II-Rezusta, se iban a llevar la txapela. Ellos me contestaron que el título ya estaba adjudicado a la otra pareja. No lo veo así. Pueden ganar. Irribarria y Zabaleta son unos rivales terribles, pero Danel y Rezusta pueden tumbar a cualquiera”.