Por Berango han pasado a lo largo de más de tres décadas centenares de corredores y la mayoría guarda un grato recuerdo de la Milla, por algo es la mejor del Estado. Sin embargo, volver a pisar hoy el circuito de Gobelalde supone, ya de entrada, un regreso a la tan añorada normalidad y el fin de una pesadilla. “Echaba de menos correr en Berango”, afirma Solange Pereira, reina de las Millas, y una de las grandes especialistas estatales de la media distancia, bicampeona de España absoluta de 1.500 al aire libre (2015-2017); tricampeona estatal de 1.500 en pista cubierta (2015, 16 y 17) y reina de la milla en ruta (2012, 13, 14, 15, 16 y 17), que cuenta además con un idilio particular con la prueba berangoztarra, donde se ha subido a lo más alto del podio cinco veces. “Los últimos años se me ha resistido, pero intentaré dar lo mejor de mí hoy para ganar, aunque hay mucha competencia porque Marta Pérez y Esther Guerrero han estado este año a un nivel muy alto”, explica.Fiel a su cita con la Milla, han pasado dos largos años desde que pisó por última vez el asfalto este circuito urbano. En aquella ocasión se le escapó la victoria en los últimos metros y ahora, después de un año muy complicado a nivel psicológico por quedarse a las puertas de las olimpiadas, quiere empezar la temporada de la mejor manera posible, volviendo a los orígenes. “Es un circuito muy especial en el que se vive un gran ambiente. Llego con ganas de verme competitiva después de un año en el que lo he pasado muy mal”, desvela. Unas dificultades que han sido, sobre todo, más mentales que físicas. “El cuerpo aguantaba las cargas de trabajo, pero la cabeza no iba”, sostiene. Hasta tal punto que llegó a pensar en la retirada. “Este último año me he planteado muchas veces si merecía la pena seguir”, prosigue.

Afincada en Burgos desde hace un año, su vida ha dado “muchos giros” en los últimos tiempos. Este año ha logrado un tercer puesto en el estatal de 1.500 al aire libre y un cuarto en pista cubierta. No obstante, el varapalo de no haber obtenido el billete para Tokio ha sido duro y ahora quiere darse un tiempo para reflexionar y valorar si continúa compitiendo en 1.500, su distancia favorita. “Dependerá de cómo vaya este invierno..., de momento estoy trabajando en más distancia, con mucha carga y el cuerpo responde bien”, confirma.

En cada edición, en Berango siempre corren “lo mejorcito del medio fondo” estatal, una cita ineludible. Por eso allí también estará Daniel Arce disputando la prueba de élite masculina. El burgalés, olímpico en Tokio y compañero de entrenamientos de Solange en las pistas de San Amaro, también sabe lo que es ganar en Berango, lo hizo en 2019, justo antes del parón por la pandemia. “La Milla de Berango es una carrera a la que tengo mucho cariño, el público se vuelca con los atletas y para nosotros es un orgullo correr allí junto a los jóvenes. Voy a dejarme la piel para dar un buen espectáculo. Es una prueba que siempre pongo en mi calendario y voy a ir a por todas”, asegura mientras ve especialmente fuerte y como rival a batir a Saúl Ordoñez. En cada carrera opta por una estrategia diferente, pero tiene claro que si se sale fuerte de inicio, esperará a la última parte para intentar dar el hachazo.

Precisamente, de su última carrera en Berango recuerda las dificultades añadidas de la lluvia. “El terreno estaba mojado y se salió muy rápido, había que tener cuidado en las curvas”, detalla. Su trayectoria en el 3.000 obstáculos es una garantía para esta prueba urbana, pero es que además llega la experiencia de haber vivido una olimpiada. “No tuve suerte en mi serie. Empecé fuerte, pero no tuve relevo y lo acabé pagando”, detalla en relación a su duodécimo puesto en el 3.000. Antes, había realizado una temporada espectacular. “En Castellón demostré que estaba en muy buena forma”, sostiene. Además, correr en Tokio supuso cerrar el círculo a una bonita historia de ilusión, trabajo y dedicación en busca de un sueño. Y es que en Londres 2012 viajó a Londres a ver las olimpiadas como aficionado y acabó viendo la final en un banco de Hyde Park. Nueve años después, en Tokio, le vieron a él sobre la pista. “En Londres era un atleta que hacía deporte, pero sin la mentalidad necesaria. Desde entonces he visto que con sacrificio, trabajo y esfuerzo se pueden conseguir los sueños”, indica. El próximo es ganar la Milla y después sus miras están puestas en el campeonato de España, el de Europa y del mundo. No obstante, en su cabeza ya sueña con París 2024. “Voy a luchar a muerte”, concluye.

“Llego con ganas de verme competitiva y estar arriba después de un año en el que lo he pasado muy mal”

Ganadora de la Milla de Berango

“Es un orgullo correr en Berango y voy a dejarme la piel para dar un buen espectáculo”

Ganador de la Milla de Berango