- Cada regata de la presente edición de la Eusko Label Liga nace con un amplio abanico de candidatos a la bandera y está claro que uno de ellos siempre es Zierbena. En sus tostas hay mucho potencial y los días en los que consigue dar con la tecla eso pasa a convertirse en una grandísima velocidad. Solo su irregularidad ha provocado que los galipos queden fuera de la batalla por la Corona, pero cada vez que baja la bandera son una seria amenaza. Ayer en Ondarroa cogieron la proa de la regata desde el primer momento y dominaron todas sus facetas. Volaron en los buenos momentos y en los malos supieron sufrir para sacar gramos de fuerza extra y vencer en un apretado final a Donostiarra. Fue una regata en la que los líderes de la general no rindieron a su nivel habitual, pero eso no evitó que la batalla entre ellos desapareciera. Santurtzi y Hondarribia lucharon en los mismos segundos desde el principio hasta el final y esta vez la moneda cayó del lado de los hondarribitarras, que recortaron dos puntos a la Sotera.

La victoria de ayer sirvió a Zierbena para reencontrarse después de un mes discreto en cuanto a los resultados. Demasiados días malos que le hicieron alejarse de la lucha de las banderas y solo en fases puntuales consiguió sacar a relucir sus posibilidades. Pero en Ondarroa la cosa cambió. Se vio una embarcación mucho más sólida que en las jornadas anteriores y fue capaz de mandar en todo momento. Lo hizo, además, en la tanda de honor, sin excusas de vientos ni cambios de marea, de tú a tú con los mejores. Fue uno de esos triunfos que significan más que una bandera, fue la prueba de que a un día suelto los galipos pueden competir con cualquiera y con septiembre, ese mes tan esperado por todos los remeros, a la vuelta de la esquina, aumentar la confianza supone un arma muy importante.

Una vez más la segunda tanda cobró protagonismo en la lucha por la bandera. Orio y Urdaibai marcaron los mejores tiempos, mientras por detrás bogaron Ondarroa y Cabo, que acabaron viviendo un final de regata polémico al estar a punto de chocar palas. Los bermeotarras volvieron a pagar su falta de continuidad y quedaron descartados tras un mal segundo largo. A partir de ahí se mantuvieron en las velocidades de proa, pero ya era demasiado tarde. La San Nikolas cogió ventaja y apretó a cada palada para marcar un tiempo a tener en cuenta. Su registro fue una seria amenaza prácticamente en toda la regata y solo el largo final de los botes de la tanda de honor, con muchos intereses en juego, provocó que los oriotarras cayeran hasta la cuarta posición.

En la tanda de honor, Zierbena cogió la proa tras el intercambio de golpes inicial y no la perdió hasta cruzar la meta. Sin embargo, no hubo relajación posible para los galipos debido a la acumulación de amenazas. Primero tuvieron que convivir con la referencia oriotarra. Apretaron constantemente y solo con un grandísimo tercer largo consiguieron dejar ese registro atrás. Entonces apareció Donostiarra. La Torrekua realizó la maniobra final y empezó a volar. Segundo a segundo, la ventaja de Zierbena fue desapareciendo y los donostiarras llegaron a colocarse a dos segundos. En el momento más crítico, Borja Gómez apuntó hacia babor en busca de una ola de popa que les diera la ventaja suficiente. Un todo o nada que resultó favorable. Los remeros galipos cruzaron la meta en primer lugar, pero no hubo una celebración por todo lo alto. El esfuerzo en la tripulación fue evidente y, varios segundos después, recuperado el aire, la alegría explotó en Zierbena.

Lejos de la batalla por la bandera, Santurtzi y Hondarribia vivieron su enésimo duelo particular. Los remeros de la Sotera y la Ama Guadalupekoa saben que la liga es cosa suya. Se observan los unos a los otros y el principal objetivo de cada regata es acabar por delante. Los santurtziarras sufrieron mucho en el inicio, pero fueron capaces de igualar e incluso superar por momentos a los hondarribitarras. Las dos embarcaciones llegaron a la par a la última ciaboga, pero el final de Hondarribia fue mejor. Un acelerón que vale dos puntos.