Barty-Kerber y Pliskova-Sabalenka serán mañana jueves las semifinales femeninas de Wimbledon. Solo la última de ellas no ha jugado nunca una final de un Grand Slam, pero llega en gran momento. El pronóstico está abierto porque, en todo caso, el torneo londinense deja un dato esclarecedor de la igualdad que reina en el circuito de la WTA: los tres grandes disputados hasta ahora este año han tenido doce semifinalistas distintas.

Los duelos de cuartos de final de ayer martes se resolvieron en dos sets y el más vistoso fue el que jugaron Sabalenka y Jabeur, las dos tenistas con más victorias este año y que la bielorrusa resolvió con su gran potencia y determinación para no caer en las trampas de la tunecina. Karolina Pliskova, que alcanza así las semifinales de los cuatro grandes, fue muy superior a la suiza Golubic; Angelique Kerber, campeona en Londres en 2018, aprovechó las debilidades físicas de la checa Muchova; y Ashleigh Barty no hizo concesiones en el duelo de australianas ante Tomljanovic.

Mientras las mujeres dirimían sus duelos, Hubert Hurkacz remontó su partido aplazado el lunes y eliminó a Daniil Medvedev, segundo cabeza de serie. El polaco reventó la parte baja del cuadro y se medirá hoy miércoles a Roger Federer en la jornada de cuartos de final. Y cada vez se atisba más cerca una nueva final entre el suizo y Djokovic ya que los otros seis cuartofinalistas apenas se han dejado ver hasta ahora en estas rondas finales de un Grand Slam.