NATXO González ha surfeado en las mejores olas gigantes del panorama internacional. Se marcó el primer y único diez en Nazaré (Portugal), donde rompen las bombas más grandes del mundo. Disfrutó como un crío en Puerto Escondido (México), eludió el frío en Mullaghmore (Irlanda) y su idilio con Jaws (Hawái) le costó un desgarro muscular entre las costillas y el pulmón. Sin embargo, no importa lo lejos que viaje, ni lo que dure su periplo. Natxo siempre vuelve a casa. El surfista de Red Bull nació y creció en Plentzia, muy cerca de las mejores olas vizcainas. De las grandes, las que le gustan. Y a ellas, a su familia, a sus amigos y a su cultura les quiso dedicar un homenaje en forma de película. Así, Made in Basque Country Made in Basque Countryes un documental dirigido por Jon Aspuru, que acompaña a Natxo a lo largo de la costa que le vio crecer en su implacable persecución de grandes swells por el mundo. Un filme de 35 minutos de las mejores olas vascas que podrá verse mañana sábado (19.00 horas) en el Bilbao Surf Film Festival, el certamen que tiene lugar en el Itsasmuseum hasta el próximo domingo.

“Lo mejor de donde vivo son las olas que tenemos. Cerca de mi casa tengo dos olas muy potentes como La Galea y Meñakoz”, dice Natxo. De hecho, el plentziarra mantiene una relación particular con la pared getxotarra, puesto que fue en ella donde ganó su primer torneo de olas grandes. Fue en 2012 y, desde entonces, la carrera del chaval de la tabla de rayas no ha hecho más que crecer. “Para mí La Galea es muy especial porque cuando gané el campeonato con 17 años me dieron una invitación para ir a Chile. Allí conocí a Ramón Navarro, que me abrió su casa y me enseñó sus olas. Fue en un tubo gigante en Punta Lobos (Chile) cuando me cambió el chip y supe que era eso lo que quería. Tuve la sensación más fuerte que he tenido en mi vida y esa experiencia no la olvidaré nunca”, explica el surfista. Además, Natxo tampoco se olvida de Mundaka, considerada la mejor la de izquierda de Europa cuando los astros se alinean; ni de las olas guipuzcoanas de Zarautz y Roka Puta; ni de la tradición e historia de Biarritz.

Made in Basque Country es surf, mucho surf. Así que la palabra la tienen los surfistas. Aritz Aranburu, el único rider vasco que llegó el WCT, la máxima categoría del surf mundial; y Grant Twiggy Baker, tres veces campeón del circuito de olas grandes, hablan de las maravillas de la costa vasca. Mientras que los vascos Kepa Acero, Imanol Yeregi, Aritza Saratxaga o Adrián Fernández de Valderrama ponen voz al relato en el que se conocerá al verdadero Natxo. Explican cómo esperan durante todo el año a esas dos horas mágicas en las que el viento y la marea se ponen de acuerdo para formar las olas perfectas.

Cultura vasca

Sin embargo, Made in Basque Country es mucho más que mar y olas. Porque en este documental, que Aspuru y Natxo tardaron más de dos años en realizar, sus protagonistas quisieron hacer una alabanza a la tierra. Una oda a la costumbre vasca. Por ello, esta producción de Red Bull Media House repasa algunas tradiciones del pueblo vasco como el remo, la aizkolaritza y la gastronomía. Los frontones y la montaña. El kalimotxo y la pelota. “Han sido dos años y medio de trabajo. En este proyecto ha colaborado muchísima gente que queremos un montón y a la que estamos muy agradecidos. Es un documental en el que fusionamos historia y cultura vasca con los mejores swells de los últimos años”, dice Aspuru. Y es que, por mucho que viaje, Natxo González siempre volverá al lugar que le vio brillar por primera vez: “Esta es mi casa, el sitio donde crecí, donde están las personas que quiero y hay unas olas de escándalo”.