Nunca gusta acabar un torneo de golf con un bogey, a menos que sea con victoria, y es lo que hizo Jon Rahmen el AT&T Byron Nelson. Sin embargo, el sabor de boca es menos malo cuando ese golpe, realizado en un medio de unas condiciones durísimas de viento y lluvia, es un chip desde fuera de green y a 17 metros del hoyo después de tener que penalizar un impacto por una mala salida en el hoyo 9 que le dejó la bola injugable. Ese golpe perdido le llevó a concluir su primer paso por el torneo y por el TPC Craig Ranch con un total de 275 golpes, trece bajo par, un registro insuficiente para aspirar a la victoria ya que desde el primer día se intuía que el ganador iba a estar por encima de los veinte bajo par.

El de Barrika ocupaba provisionalmente un anodino para él trigésimo cuarto puesto porque la jornada tuvo que suspenderse por una de esas habituales tormentas con aparato eléctrico que descargaron con fuerza en esa parte noreste de Texas. Las salidas de ayer domingo se adelantaron en previsión de lo peor y, pese a que los responsables del torneo trataron de retrasarlo, al final ocurrió lo inevitable y, con gran parte del campo ya anegado, el juego se interrumpió bruscamente cuando a los últimos grupos les quedaban apenas tres hoyos por jugar y al cierre de esta edición lideraba el coreano Kyoung-Hoon Lee, con 24 bajo par y tres golpes de ventaja sobre Kizzire, Berger, que ya habían acabado, y Burns, que jugaba con él.

La última jornada de Rahm estuvo irregular de nuevo, a tono con el resto de los días en los que fue incapaz de lograr una vuelta de seis o siete bajo par que le habría metido con opciones de ganar antes del domingo. Ayer su juego de tee a green estuvo peor que en las tres vueltas anteriores y tampoco el putt le acompañó para restarle al campo los golpes suficientes para al menos aspirar a otro Top 10. Acabó con cinco birdies, dos de ellos en los tres primeros hoyos, y tres bogeys que empezaron a aparecer cuando las condiciones de juego se tornaron casi extremas e imprevisibles.

Sin tiempo para lamentarse, Jon Rahm se desplazó a Kiawah Island, en Carolina del Sur, donde esta semana afronta el PGA Championship, segundo major del año. Nunca había jugado las dos semanas previas a un major y los resultados en el Wells Fargo y el Byron Nelson han sido los peores de la temporada, pero le han tenido que servir para detectar los aspectos a mejorar ante una de las citas señaladas cada año.