Jon Rahm inició su quinta participación en el Masters con una buena vuelta que le dejó un sabor agridulce, como ocurre siempre que se comete un bogey en el hoyo 18 antes de encaminar los pasos a la casa club. El golfista de Barrika acabó así empatado en la undécima plaza con 72 golpes, que mantienen su racha de vueltas al par o por debajo en el Augusta National desde la primera ronda de la edición de 2018. En un campo que está igual de fiero y exigente como lo recuerdan los más viejos del lugar, con greenes muy rápidos, con la hierba segada al límite, y de difícil lectura, y en un día ventoso que obligaba a afinar mucho los tiros el registro de Rahm se puede entender como un buen botín porque al cierre de esta edición solo diez jugadores estaban por debajo del par, con el liderato en manos del resucitado y excepcional Justin Rose, el mejor de largo en el turno de tarde que amenazaba con poner la directa con una colosal tarjeta de siete bajo par.

El vizcaino no perdió la compostura, se agarró al campo y estuvo más que correcto desde el tee, con 11 de 14 calles conquistadas, pero esa efectividad decayó en el juego medio, clave en el Masters, ya que solo cogió 11 de 18 greenes en regulación. Sin embargo, brilló en el juego alrededor de las banderas, con algunas recuperaciones que estuvieron muy cerca de procurarle buenos birdies, como en el 7 cuando su sacada de bunker rozó el agujero o en el 10 cuando su chip desde 17 metros golpeó en la bandera. Su efectividad en el putt estuvo en la media del día porque era difícil dejarse oportunidades cercanas ante los problemas para frenar la bola.

El tripateo siempre doloroso del hoyo 8 para su primer bogey, además en uno de los pares 5 del campo, y ese fallo final desde dos metros y medio pusieron esos dos borrones en su tarjeta que, en todo caso, le mantienen con las opciones intactas antes de la jornada de corte.

También fue una vuelta notable la de Txema Olazabal, que con una tarjeta de 75 golpes, tres sobre par, llegará al segundo día detrás de las posiciones de corte que es el objetivo del hondarribitarra de 55 años tras el trabajo que ha realizado para poder ganar algo de distancia y adaptarse a un campo que cada año que pasa se le hace más largo. Un tripateo en el 9 para doble dobey y un bogey también en el 18 le dejan deberes para hoy.

Estrellas en apuros

Peor le fue a Sergio García, que apenas cogió calles, hizo tres bogeys en sus primeros cuatro hoyos y acusó ese lastre hasta firmar 76 golpes que le ponen complicado jugar el fin de semana. En parecidas circunstancias están otras figuras como Rory McIlroy, Bryson DeChambeau, Tommy Fleetwood o Lee Westwood. Dustin Johnson, defensor de la chaqueta verde, cerró en dos sobre par.

las declaraciones

"algunoS GREENes están al límite"

Satisfecho. Jon Rahm hizo una lectura optimista tras su estreno en la edición de 2021 del Masters de Augusta. "Fue una buena vuelta de golf, aunque me fastidia ese último putt que he fallado", comentó el golfista barrikoztarra. Su impresión coincidió con la de todos los presentes este año en Augusta. "Está muy complicado el campo. Los greenes, alguno de ellos, están al límite. Así que estoy contento con el resultado", explicó. Su intención de cara a la jornada de hoy es aprovechar las horas para una buena recuperación. El trajín de los días previos no le pasó factura ya que "llevo tres noches seguidas durmiendo bien y ahora podré descansar más porque juego por la tarde y tengo que intentar hacer una buena vuelta".